Por Melisa Yael Jofré

El diputado Javier Gentilini, único representante del Frente Renovador en la Legislatura porteña, se muestra crítico ante la política de vivienda encarada por el macrismo en la Ciudad de Buenos Aires.

Días atrás, el legislador se presentó como “amicus curiae” ante el Tribunal Superior de Justicia, a fin de que el proyecto de urbanización que elaboró junto al cuerpo de delegados del barrio Rodrigo Bueno sea tenido en cuenta en la causa judicial.

Tras la palabra dada por el Gobierno porteño ante la Justicia, de urbanizar la villa ubicada en Puerto Madero, Gentilini confesó que desconoce si la iniciativa de su autoría “va a ser tomada en cuenta, o como una referencia”, a la hora de elaborar un plan, pero calificó como “auspicioso” el compromiso asumido por el oficialismo.

Por otro lado, el vicepresidente de la Comisión de Vivienda, se refirió al anuncio para las Villas 31 y 31 bis y sostuvo que “nunca jamás” se “opondría a que haya construcción de viviendas nuevas, en el nivel que sea”, pero consideró que “claramente en el caso de la Villa 31 de Retiro es insuficiente” la propuesta del Poder Ejecutivo.

En diálogo con Semanario Parlamentario, explicó que sólo un “10 por ciento” estará destinada a viviendas nuevas, “sobre el total de las ya existentes”, y señaló que el traslado del Ministerio de Educación al barrio “es claramente simbólico” y “está mucho más ligado al marketing”.

También, cuestionó la iniciativa lanzada por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, para la Villa 20 de Lugano. “En el caso de la Villa 20 es lo mismo, y aún es peor, porque el espacio sobre el cual se van a construir las nuevas viviendas es mucho más grande e implicaría poder avanzar mucho más decididamente hacia una urbanización completa del barrio”, resaltó.

– Usted pidió incorporar un proyecto de ley a la causa judicial por la urbanización de Rodrigo Bueno, ¿cuál es su opinión ante el compromiso que asumió el Gobierno porteño para con el barrio?

– A ciencia cierta no sabemos si el proyecto va a ser tomado en cuenta, o como una referencia, por parte del Poder Ejecutivo. Quien que queda ahora comprometido, mucho más formalmente que antes, para poner un plan de urbanización en la mesa es el Poder Ejecutivo porteño. Yo sé que el Gobierno tiene el proyecto nuestro y lo conoce, pero hay que ver hasta dónde lo tienen en cuenta. La verdad es que muchas opciones, en términos de urbanización en el lugar, no hay. La única posibilidad de construir, sin que eso implique que los vecinos se muevan hasta tanto se tengan que mudar efectivamente a las nuevas viviendas, es que se realicen las obras por el lateral norte. En ese sector es donde está el espacio para poder empezar a construir, al menos en una primera fase, pero serían dos o tres parcelas de las cinco o seis que puede haber en total, tomando esto hasta el final del terreno. No se trata de un “a ver cómo podríamos resolverlo”, desde el punto de vista de la ecuación arquitectónica.

A nosotros nos alcanza con que haya un compromiso manifiesto del Ejecutivo, como quedó formalizado en el acta acuerdo en la audiencia pública realizada, y que eso se refiere concretamente a la permanencia de los vecinos en el mismo lugar. Concretamente se habla de urbanización y de integración socio-urbana. Es auspicioso el resultado de la audiencia.

– ¿Qué reflexión hace del plan anunciado por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, para las Villas 31 y 31 bis de Retiro?

– Nunca jamás me opondría a que haya construcción de viviendas nuevas, en el nivel que sea, pero claramente el plan de urbanización de la Villa 31 de Retiro es insuficiente. Estamos hablando de un 10 por ciento de viviendas nuevas sobre el total de viviendas existentes en los dos barrios. También, se desaprovecha una oportunidad inmejorable como para comenzar un proceso de urbanización encadenado, es decir, si tengo un lugar vacante para construir 1.100 viviendas, automáticamente puedo, una vez terminadas, relocalizar al sector de la gente afectada por el siguiente paso de urbanización. Y acá no se está haciendo eso. Por otro lado, lo del traslado del Ministerio de Educación es claramente simbólico, eso no resuelve ningún tema que tenga que ver con educación y ningún tema que tenga que ver con la urbanización. Esto está mucho más ligado al marketing y la comunicación política que a otra cosa.

Pienso que se podría haber prestado mucha más atención, incluso, al proyecto que existía, que era del arquitecto Javier Fernández Castro. Nosotros, desde el bloque, hemos discutido la posibilidad de mejorar la ecuación de obra nueva, para que tuviera un mayor porcentaje, porque en ese proyecto –del técnico Fernández Castro-, que es con el cual se manejo la mesa participativa, había un 25 por ciento de obra nueva y un 75 por ciento de consolidación. Aún con esos porcentajes, y pretendiendo una ecuación más balanceada, ese proyecto era claramente mejor que este plan.

– ¿Y en cuanto a la Villa 20 de Villa Lugano?

– En el caso de la Villa 20 es lo mismo, y aún es peor, porque el espacio sobre el cual se van a construir las nuevas viviendas es mucho más grande e implicaría poder avanzar mucho más decididamente hacia una urbanización completa del barrio. Sin embargo, lo único que se hace es construir sobre la misma base, y no sé sabe con qué criterio de adjudicación para las nuevas viviendas. Va a operar más como pantalla exterior de la villa frente al polo de atracción que va a generar la Villa Olímpica, con la realización de los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018.

– En la Comuna 8 el oficialismo también prevé la construcción del Distrito Villa Olímpica, una ley de segunda lectura que pasará por audiencia pública, ¿cuál es el motivo de su apoyo a la norma?

– Lo vamos a estar acompañando porque en definitiva hay que contar con la infraestructura necesaria para las olimpiadas juveniles. Es muy difícil que la competencia se pueda realizar sin que esto se concrete. Básicamente, es todo lo que hace al tema del alojamiento de los deportistas y mucho más si eso luego va a tener una traducción en cierto stock de viviendas para los distintos programas que tiene la Ciudad de Buenos Aires. Hubiéramos preferido que se hubiesen contemplado otras operatorias, como el tema del alquiler social, pero también es verdad que las 1.700 viviendas que quedarán, aproximadamente, es algo bueno. Nadie se podría oponer. Hay que ver cómo termina de resolverse en función de lo que sería el desarrollo del mercado inmobiliario.

– En esta iniciativa, el Poder Ejecutivo justifica que con la venta de una serie de inmuebles financiará las obras para la urbanización de la Villa 20.

– Sí, efectivamente. Son bretes donde hay una causa justa, pero son las típicas situaciones contradictorias que nos presenta este gobierno. Uno está ante la obligación de tener que aprobar cosas que son de beneficio para determinado sector de la población, aunque sea chico, al mismo tiempo que pueden estar reñidas con el interés general de la Ciudad.