El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, salió al cruce de una versión que lo mostraba alejado del macrismo y muy crítico del Gobierno. Lo hizo a través de las redes sociales, donde en dos tuits descartó un eventual alejamiento del oficialismo, como podía especularse a partir de lo difundido.

“Estoy comprometido con el gobierno del presidente Mauricio Macri y no estoy pensando en irme a ningún lado”, replicó el titular de la Cámara baja inmediatamente después de que un cable de una agencia en el que se lo mostraba más cercano a figuras del peronismo, su partido de origen.

“Tengo la responsabilidad de conducir la Cámara de Diputados de la Nación y estoy abocado a esa tarea”, expresó en un segundo tuit, destinado a dar por terminada la cuestión.

Más allá de las versiones y las aclaraciones, lo cierto es que el titular de la Cámara baja dice sentirse “cómodo” en su rol, sobre todo cuando sugieren que con vistas a las próximas elecciones pueda ejercer su histórico rol de “armador”, actividad que cumplió hasta la llegada del Pro al Gobierno. “No va a ser el armador, ya fue todos estos años, ahora su rol es diferente”, aclararon desde su entorno ante la consulta de parlamentario.com.

Tampoco es novedad la cercanía de Monzó con dirigentes del peronismo como Sergio Massa, Florencio Randazzo o su antecesor en el cargo, Julián Domínguez, con quienes admite ser “parte de la misma familia peronista”. De hecho, al asumir el año pasado al frente de la Cámara baja hizo hincapié en su condición peronista y saludó puntualmente en esa sesión a los dirigentes hoy en la oposición con los que dijo haber compartido un origen común.

Sí serían concretas sus discrepancias particularmente con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que no son nuevas, sino que vienen desde la campaña presidencial, cuando hubo fuertes discrepancias por ejemplo en torno a la negociación de un acuerdo con el massismo. Desde cercanías de Monzó se reivindica lo que peyorativamente definen en el oficialismo como “vieja política”, por sobre “el marketing”. En ese marco se sabe que el jefe de la Cámara de Diputados cuestionó el “timbreo” convocado hace pocas semanas por el jefe de Gabinete del que participaron funcionarios y hasta el propio presidente de la Nación, por considerar que esa actividad corresponde cuando se está en la oposición, no al ser oficialismo.

Se dice que el presidente de la Cámara baja habría sido excluido de la mesa chica del Gobierno, pero así y todo reivindica su rol en la defensa de las leyes que ha tenido lugar en la Cámara de Diputados, “el único ámbito donde realmente existe Cambiemos”, según sugieren en el Congreso. Propios y extraños reconocen la tarea del titular del cuerpo a la hora de pelear por las leyes: “Se las pone al hombro y salen”.

Una señal que no pasa inadvertida precisamente en estos momentos es lo que sucede con la reforma electoral, que está encontrando dificultades para avanzar hacia el recinto, al punto de haberse suspendido nuevamente el plenario en el que se iba a tratar esta semana. En ese sentido se especula con que el titular del Cuerpo no estaría preocupándose lo suficiente porque el proyecto avance. Se verá.