– Diputados aprobó un proyecto para extender el ciclo lectivo de 180 a 190 días. Como titular de la Comisión de Educación, ¿cómo justifica esta iniciativa?

– La motivación es ir hacia mejores condiciones de inserción de los alumnos en las aulas e ir hacia estándares de referencia de otros sistemas educativos a nivel nacional e internacional. Pero la justificación más fuerte es que esta ley refleja los acuerdos alcanzados desde el año 2010 y 2011 en el Consejo Federal de Educación. El Consejo es el ámbito donde todas las provincias se reúnen para homogeneizar criterios comunes de lo que debe ser el carácter de la educación nacional. La Nación dicta las leyes marco y las provincias llevan ejecutan y llevan adelante la educación en sus aulas. Estos dos acuerdos, el 94 de 2010 y el 165 de 2011, ya habían establecido la extensión del ciclo lectivo. Hay una voluntad política de ir en esta dirección. Esta ley modifica la 25.864 y pone explícitamente que la duración del ciclo lectivo tiene que ser de 190 días. Ya no será más opcional, sino que el esfuerzo de las provincias será crear las condiciones para llevar adelante este nuevo ciclo.

– Además, están los imponderables por paros docentes y otras causas…

– Lo que se considera un día lectivo es la mitad de las horas previstas para cada día. Es decir que si un establecimiento escolar desarrollara un día la mitad de las horas escolares, en términos de la ley eso se consideraría un día lectivo. De manera que la exigencia de nuestra ley vigente no es estrictamente los 180 días con cada una de sus horas y minutos, sino la oportunidad de comprender diversas situaciones que se pueden producir en el aula por conflictos gremiales, por fenómenos meteorológicos o lo que fuere. Pero también esto de ampliar el ciclo lectivo es una señal de una educación que en lugar de cerrar las puertas de las aulas a sus alumnos, las abre cada vez más, más días en el año. Por supuesto, llevará un tiempo materializar la ley. Con la Ley 1.420, que es nuestra ley emblema y que estableció la educación obligatoria para la primaria, se tardó como 25, 30 años en que todos los niños de 6 años estuvieran en las escuelas. Pero aun así, fue una de las mejores inversiones en políticas públicas que hizo el país hacia futuro.

– A propósito de esto, el Gobierno deberá realizar las inversiones necesarias para garantizar la sala de 3 años, que ahora será obligatoria…

– Estamos en pleno debate. Es una ley muy buena. Tenemos que pensar que el niño es un sujeto de derechos, y el Estado y la familia tenemos que hacer un esfuerzo mancomunado para que ese derecho se haga efectivo. El nivel inicial es un complemento muy importante de la educación que se da en el seno familiar. Hay evidencias claras de que la complementariedad de la escolarización ayuda a que esos chicos se desarrollen mejor en la sala de 4, en la de 5 y luego en el primerio. El primer comprometido es el Estado, que tiene que crear las condiciones para abrir salas de 3 en todas las provincias y los barrios. No es una decisión arbitraria, sino que está en el marco de los acuerdos alcanzados entre la Nación y las provincias en Purmamarca, en el marco del Consejo Federal.