El proyecto obtuvo dictamen favorable en plenario de comisiones, aunque aun no tiene fecha de tratamiento en el recinto. Cambiemos contará con el respaldo del Frente Renovador para restringir las PASO, donde además se comenzará a aplicar la paridad de género.
El frente Cambiemos consiguió este jueves el primer avance concreto de la ley de reforma electoral, que obtuvo dictamen favorable en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados tras intensas negociaciones con la oposición, sobre todo el Frente Renovador.
La iniciativa para implementar la boleta electrónica a partir de 2017 en todo el país fue avalada en una reunión conjunta de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, que dio plazo hasta las 10 de este viernes para terminar con la firma de dictámenes.
El proyecto aun no tiene fecha de tratamiento en el recinto, aunque en Cambiemos estiman que la oposición no se arriesgará a votarlo antes del Presupuesto, que también es negociado por estos días, sobre todo con los gobernadores a través del Senado.
El Frente Renovador y del bloque Justicialista manifestaron su apoyo, aunque hicieron reparos respecto a algunos temas puntuales, mientras que el Frente para la Victoria y la izquierda insistieron en rechazar el nuevo sistema de votación.
El dictamen incluye el denominado “corralito” de las PASO, esto es, que el ciudadano deberá votar en una sola interna partidaria, sin poder combinar candidatos de distintas agrupaciones, algo que podría perjudicar a los partidos provinciales que no llevan postulante a presidente.
Cambiemos afirma tener el número para aprobar en el recinto esa controvertida reforma gracias al apoyo del Frente Renovador, aunque sabe que no contará con el respaldo de otros bloques, como Compromiso Federal y el Movimiento Popular Neuquino, y tampoco el bloque Justicialista y el socialismo.
Por otra parte, la reforma electoral aprobada este jueves contempla la paridad de género en las listas electorales, que comenzará a implementarse en la instancia de las PASO, algo que podría generar dificultades a la hora del armado definitivo de las listas.
Cabe recordar que esta semana, las comisiones de Banca de la Mujer y de Asuntos Constitucionales del Senado firmaron un dictamen paralelo sobre cupo igualitario de hombres y mujeres.
El escrutinio provisorio –es decir, el conteo que se realiza el mismo día del comicio- pasará finalmente del Ministerio del Interior a la Cámara Nacional Electoral (CNE), que negoció contrarreloj con el Gobierno.
A la hora de la votación en el recinto de Diputados, la alianza de gobierno necesitará 129 votos positivos, tal como exige la Constitución Nacional para las reformas del Código Electoral.
En otro orden, el proyecto para aumentar la cantidad de diputados, actualizándola de acuerdo al Censo 2010, fue postergado para más adelante. “Hay que hacerlo de manera responsable. O lo hacemos entre todos, o no se hace”, razonó un diputado de Cambiemos.
Durante el debate de este jueves, el Frente para la Victoria hizo su descargo contra la nueva tecnología de votación, la oportunidad del debate, la paridad de género y el control del escrutinio provisorio en manos de la Cámara Nacional Electoral.
“Las mujeres no reclaman reforma política, sino bajar la inflación, combatir la inseguridad y más trabajo”, sostuvo la rionegrina Emilia Soria, quien consideró que el nuevo sistema “no viene a mejorar el actual, sino que introduce una herramienta peligrosa”.
A su vez, cuestionó el dinero que hay que destinar para la adquisición de los dispositivos. “Es una irresponsabilidad total gastar una fortuna” en este contexto, advirtió Soria.
Su par Juan Manuel Pedrini cargó contra el presidente de la CNE, Alberto Dalla Via. “¿A quién le vamos a dar el escrutinio provisorio? ¿A un irrespetuoso absoluto que dijo que hay seis o siete provincias que no podían hacer elecciones?”, se preguntó, y pronosticó que “ahora que (el escrutinio) quede en manos de la Justicia van a comenzar los problemas”.
Otro kirchnerista, Juan Manuel Huss, sostuvo que “en el mundo el voto electrónico viene en un claro retroceso”, y agregó: “No sabemos ni qué sistema operativo es, ni qué empresa, ni qué metodología”.
La socialista Alicia Ciciliani defendió con énfasis la paridad de género. “Las mujeres somos mayoría. No estamos discutiendo un problema de minorías, discutimos un problema de paridad. La discusión es para dejar atrás que ´nos lleven´. Queremos estar en paridad donde se deciden las listas”, argumentó.
De todos modos, consideró que el mejor modelo a aplicar sería el de boleta única en papel, porque la boleta electrónica permite “una enorme vulnerabilidad y la posibilidad de poder fraguar la elección en la trasmisión de datos”.
El diputado justicialista Pablo Kosiner destacó que la implementación de nuevas tecnologías “permite mayor nivel de libertad al momento de expresar la opción, pero seguramente necesita ir siendo modificando porque en las distintas elecciones uno va logrando experiencias” que sugieren cambios.
Sin embargo, consideró que la reforma quedó “empañada” con las modificaciones en las PASO para que el elector no pueda participar en la interna de distintos partidos en distintas categorías. “No poder combinar candidatos de distintos partidos es un retroceso”, aseguró.
Juan Brugge, quien participó de las negociaciones en nombre del frente UNA, coincidió en que la boleta electrónica “un avance importante y sirve para transparentar”, y, respecto de la paridad de género, dijo que “no es una acción de discriminación positiva; es reconocer la realidad”.
Finalmente, Myriam Bregman (PTS-FIT) lamentó que el dictamen “es un proyecto muy parecido al que vino del Poder Ejecutivo”. “Todo este tiempo de discusión no ha servido para que se escuchen las críticas fuertes que ha recibido”, se quejó.
