El diputado nacional por Salta, exministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de su provincia, explicó la regulación del Código Penal y aclaró que “si te ponés una hoja de coca en la boca no estás consumiendo cocaína ni genera en el cuerpo ningún tipo de alteración que no permita manejar”.
El diputado nacional salteño Pablo Kosiner afirmó este sábado que “en Salta, Tucumán, Jujuy y en muchos otros lugares de la Argentina mascar hojas de coca o tomar té de coca es una cultura arraigada en la población”, tras ser consultado por la situación de los choferes de la empresa Plusmar que llevaban estudiantes hacia Bariloche durante su viaje de egresados y que dieron positivo de cocaína en un control realizado sobre la ruta 3, a la altura de Bahía Blanca.
“En Salta gran cantidad de choferes van ‘coqueando’. No sólo es por la altura, sino que ya es una costumbre que se fue tomando y hasta por cuestiones digestivas”, dijo el legislador en una entrevista en Radio Belgrano y agregó: “La ley de estupefacientes es nacional, el artículo 15 puntualmente trata el tema y afirma que la hoja de coca no es considerada como droga y está permitido mascar coca y usarla como infusión”.
Asimismo, Kosiner resaltó que “para transformar una hoja de coca en cocaína tiene que haber un proceso químico tremendo”, y comparó la situación con el vino: “pensar que por mascar coca puede haber restos de cocaína en el cuerpo es como pensar que alguien que come un racimo de uvas está alcoholizado”, aseguró.
El exministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de Salta afirmó que espera que “verdaderamente” los choferes que trasladaban estudiantes a Bariloche hayan dado positivo en el test por haber mascado hojas de coca “y que no estén utilizando la opción como excusa para tapar una conducta fraudulenta como el haber consumido cocaína. Ese consumo sí está prohibido y hubiera sido un peligro tremendo para los jóvenes”.
“El chofer que consume cocaína no tiene que conducir. No hay que asimilar a un chofer que masca una hoja de coca o que se toma un té de coca con uno que haya consumido”, afirmó Kosiner.
Por último, Kosiner explicó que, según informes de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), “el 33% de los choferes coquea y, de éstos, sólo un 5% son del norte. Es una práctica generalizada no sólo en nuestra región. Es algo normal y no es considerado estupefaciente. No genera ninguna alteración en el ritmo cardíaco ni en la oxigenación en sangre. No hay cambios en el cuerpo. Hay mucho desconocimiento y debemos tener cuidado hacia dónde vamos a avanzar”, finalizó.
