Atribuyó el tema a un “juego sucio” y la calificó como “ciento por ciento política”, al recordar que los impulsores de la denuncia son kirchneristas.
La vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti calificó de “juego sucio” la denuncia en su contra que puso en marcha una investigación en torno al origen de los fondos de la fundación SUMA que ella preside. Sin dudarlo, le adjudicó un tinte político y la atribuyó a los sectores más radicalizados del kirchnerismo.
En diálogo con la agencia estatal Télam, la titular del Senado sostuvo que esa denuncia “es un juego sucio que se va a terminar cayendo a pedazos”.
La denuncia, dijo Michetti, “es ciento por ciento política, porque los denunciantes son personas ligadas a lo más extremo y radicalizado del kirchnerismo”.
Michetti admitió que la denuncia pudo haber sido una operación política planificada, al admitir la posibilidad que pueda ser atribuida a “un sector más fanático del kirchnerismo que haya decidido planificar esto en detalle”.
A su juicio, los denunciantes “saben perfectamente que están denunciando algo que no es verdad, ni siquiera pudieron identificar el delito”.
La vicepresidente dijo no arrepentirse de nada, por cuanto “yo hice lo correcto y no me puedo arrepentir de eso. Yo denuncié el robo en mi casa, está documentado y la policía me pidió discreción para saber quién había robado porque había probabilidad que fuera un custodio”.
Tras aclarar que no puede determinarse si la insistencia de los medios que responden al empresario Cristóbal López obedece a una venganza política, advirtió que “sí es cierto que los medios que insisten sobre esta mentira son los de ese empresario. Creo que lo hacen también porque pretenden ensuciar a toda la política, porque los dirigentes a quienes responden ya tienen muchos sospechas”. Así las cosas, sugirió “no darle tanta entidad y seguir trabajando, y por supuesto estar con inmediata disposición con la Justicia. Esta denuncia es un juego sucio que se va a terminar cayendo a pedazos”.
Reiteró la vicepresidente que “las empresas que donaron a SUMA son las mismas que le donan a prácticamente a todas las fundaciones del país, y además lo máximo que puede haber aportado es la compra de una mesa (en las cenas de recaudación) que valía unos 60 mil pesos, no hay nada estrafalario”.
