El 8 de junio del año pasado, en un discurso ante la oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), en Roma, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio su versión sobre el índice de pobreza en la Argentina.

Pese a que el INDEC no daba a conocer las estadísticas oficiales desde el 2013, la mandataria remarcó que “hoy tenemos un índice de pobreza por debajo del 5% y de indigencia del 1,27%, si mal no recuerdo” y defendió las políticas de su gobierno y el de su marido, Néstor Kirchner.

Poco más de un año después la realidad derribó el mito. Con crudeza, el INDEC reflejó que uno de cada tres argentinos es pobre. Las cifras aportadas por un instituto que vuelve a ser confiable dejan al desnudo el relato kirchnerista, basado en la manipulación de datos.

Conocer fehacientemente la realidad de un flagelo que requiere una urgente intervención es fundamental para el diseño de las políticas públicas. Para saber qué medida tomar primero hay que saber con qué nos encontramos; y eso fue lo primero que hicimos al normalizar el INDEC.

Pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y la unión de los argentinos son tres de las premisas que desde Cambiemos fijamos como prioridad y en ese camino es que vamos.

Sabemos que estos meses fueros difíciles pero estamos confiados porque ese esfuerzo ya está dando sus primeros resultados. La reducción de la inflación, con una estimación del 17% promedio para el próximo año, significa una mejora en el bolsillo de los trabajadores.

Además estamos en un equilibrio económico sin cepos, sin conflictos financieros con el mundo y sin distorsiones en la economía que generaban situaciones insostenibles en el mediano y largo plazo. Hoy tenemos un país confiable, con reglas claras que le abre las puertas a las inversiones. Nuestro gran desafío como Gobierno es darles a millones de argentinos la oportunidad de salir de la pobreza y ofrecerles trabajo y educación de calidad.

¿Qué medidas tomamos para reducir la pobreza? Avanzamos para que cada argentino tenga un ingreso mínimo; ahora todos los niños tienen derecho a un ingreso, sin importar si sus padres tienen o no empleo formal, e incorporamos a 300 mil personas más a la AUH. Además, estamos saldando la deuda histórica del Estado con los jubilados, creamos la Pensión Universal para el Adulto Mayor y multiplicamos por 7 el seguro de desempleo.

Creemos también que la lucha contra la pobreza significa mejorar la calidad de vida. Así empezamos a trabajar por la Cobertura Universal de Salud; con el Plan Nacional de Agua tenemos el objetivo de alcanzar para 2019 el 100% de cobertura de agua potable y el 75% de cloacas en zonas urbanas; y lanzamos el Plan Nacional de Vivienda para que cada familia tenga un techo y cuente con los servicios básicos. A su vez nos propusimos un plan para urbanizar las 100 localidades más vulnerables del país.

Asimismo lanzamos el Plan Nacional de Primera Infancia para garantizar el desarrollo saludable de los niños de hasta cuatro años, y combatir la desnutrición infantil.

Y reconociendo que los jóvenes son el sector etario donde acceder a un trabajo es más complejo es que presentamos un proyecto de ley de creación de primer empleo, el cual apunta a crear 240 mil nuevos puestos al año.

Y el otro cambio de fondo que queremos dar es el otorgarle una oportunidad de trabajo a todos los argentinos. Los múltiples planes sociales (fundamentales en el esquema actual) tienen que ser el sostén económico mientras se consigue un trabajo de calidad, que dignifique, que le dé la esperanza a cualquier argentino de que vivir mejor es posible.

* Diputado nacional bloque Unión Pro.