La ley propuesta por el Poder Ejecutivo fue sancionada en primera lectura con 41 votos positivos, 7 negativos y 8 abstenciones. Ahora, deberá ser sometida a audiencia pública y ratificada luego en el recinto. El “plan integral” propone la creación de un fideicomiso por un plazo de 25 años.
El proyecto impulsado por el Gobierno porteño para reactivar el Autódromo “Oscar y Juan Gálvez” de Villa Lugano recibió sanción inicial con 41 votos positivos, 7 negativos y 8 abstenciones.
Tras negociaciones y sin encontrar un aliado en el bloque de SUMA+, el espacio que responde a Martín Lousteau y que la semana pasada obligó al oficialismo ir marcha atrás con la iniciativa, el Pro encontró en el Frente para la Victoria el apoyo para la primera lectura de la ley.
También avalaron la propuesta el Partido Socialista, provocando la división dentro de ECO; Confianza Pública y el Frente Renovador.
Rechazaron el proyecto la Coalición Cívica, el PSA, la Corriente Nacional de la Militancia y los bloques de la izquierda. Mientras que las abstenciones fueron de SUMA+ y el Bloque Peronista.
En el inicio del debate, el presidente del bloque Pro, Francisco Quintana, defendió la propuesta oficialista y sostuvo que “va en línea” con la “prioridad” del Gobierno porteño “de poner en valor la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires”. Consideró además que este “plan integral” es “una necesidad” porque “el Autódromo es deficitario”.
En contra del proyecto, y habiendo presentado un despacho de minoría junto a Gabriel Fuks y Gustavo Vera, el legislador Adrián Camps señaló que “es un muy mal proyecto desde todo punto de vista”, y en primer lugar por “su inconstitucionalidad”. “No se sabe por quienes estará integrado el fideicomiso”, cuestionó.
Desde la Coalición Cívica, la diputada Paula Oliveto Lago justificó el rechazo de su bloque y dio una explicación de la figura del fideicomiso. Subrayó que “sería dar un cheque en blanco” votar una ley “que no contiene los principios básicos” del contrato.
“Existe una delegación de esta Legislatura, y ya no en el Poder Ejecutivo sino en el fideicomiso, integrado por empresarios y el Gobierno porteño”, afirmó y criticó que no especifica si el fideicomiso “es público o privado”.
En la misma línea, María Rosa Muiños (BP) manifestó el no acompañamiento de su bloque porque la ley plantea dudas “desde lo político como de lo jurídico”.
Por el Frente de Izquierda, el legislador Marcelo Ramal aseguró que hay un “ambiguo fideicomiso” y expresó que el proyecto sigue un “hilo conductor” que tiene que ver con un “proceso privatizador de la Ciudad”. En tanto, su compañero Patricio Del Corro dijo que “no hay ningún desarrollo de la zona sur de la ciudad, por lo menos para sus habitantes”.
A su turno, Hernán Rossi, el jefe del bloque SUMA+, el espacio que responde a Martín Lousteau y que la semana pasada le trajo un revés al Pro, adelantó la abstención de sus seis legisladores.
El diputado planteó “grandes interrogantes”, entre los que se preguntó si la Ciudad de Buenos Aires “necesita un autódromo”, cuando los vecinos de esa zona tienen “profundas necesidades” relacionadas con la vivienda, seguridad, salud y educación.
“¿No podemos intentar proponerles algo mejor a los vecinos del sur?”, agregó y aclaró: “no creemos que sea insignificativo, pero sí es insuficiente”.
A favor de la ley, el legislador Diego García de García Vilas (CP) expresó que la norma “pretende el desarrollo del autódromo conjuntamente con el desarrollo de la Comuna 8” y remarcó que el fideicomiso “es una herramienta que a nuestro criterio es inteligente”.
En disidencia con sus compañeros de ECO, el socialista Roy Cortina manifestó su voto a favor que, dijo, es “con mucha precaución” y “va a tener un gran peso la audiencia pública que se haga y el debate para la segunda lectura”.
Seguidamente, el jefe de la bancada del FpV argumentó el acompañamiento de la tropa K. “Para nosotros es prioritaria la construcción de una Ciudad menos desigual”, sostuvo y enumeró las modificaciones propuestas al texto.
Entre los cambios incorporados, mencionó el de garantizar que el Gobierno de la Ciudad tenga una participación en al menos el 51 por ciento del fideicomiso, y reducir el plazo de 30 a 25 años y las exenciones impositivas.
“Es un aporte para que los habitantes de las comunas más olvidadas tengan más y mejores oportunidades laborales, y de inclusión social”, finalizó.
En la iniciativa se define “un plan integral, social, cultural, deportivo y comercial, tendiente a la integración, urbanización, recuperación, reposicionamiento y jerarquización del Autódromo, con impacto económico y cultural en beneficio del Área de Desarrollo Sur de la Ciudad”.
El proyecto contempla la creación de un fideicomiso, en un plazo de 25 años, y se establece la división del terreno en dos zonas: una deportiva de 139 hectáreas, y otra no deportiva de 41 hectáreas. La concesión a privados por 25 años correspondería a la parte no deportiva, y después de ese plazo el Autódromo volvería a la administración de la Ciudad.
Dentro del predio se estima la construcción de service y talleres, espacios institucionales, concesionarias, lugares gastronómicos, el mueso del automóvil, lote de autos usados y diferentes escuelas vinculadas a la temática.
En los argumentos, la propuesta del Poder Ejecutivo justifica que “el contrato de fideicomiso es el vehículo jurídico más apropiado e idóneo para ello, permitiendo una adecuada distribución de riesgos entre las partes y una mayor participación por parte de la Ciudad tendiente a garantizar la sustentabilidad social y transparencia del proyecto”.
Entre los objetivos, la ley busca “reposicionar al Autódromo como escenario principal del automovilismo y motociclismo nacional”, y “promover la práctica del deporte competitivo motor mediante la realización de competencias zonales, nacionales e internacionales”.
El oficialismo aspira a que el desarrollo de un centro comercial permita la “integración” de la Comuna 8, y establece mediante uno de los artículos de la ley que se priorizarán las fuentes laborales para los vecinos del barrio.
