Después de varias idas y vueltas la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires sancionó la Ley de Paridad de género para todos los cargos electivos, lo cual fue celebrado por un gran abanico de fuerzas políticas y movimientos sociales como un avance más en pos de la igualdad y la equidad entre mujeres y varones en lo referido a la participación ciudadana, política y democrática.

No obstante ello, se sabe que el proyecto, que también avanza en el Congreso de la Nación, es resistido por lo bajo por una gran cantidad de legisladores. No es el caso del senador por Córdoba Ernesto Martínez (Cambiemos), quien calificó a esta iniciativa como “arcaica” y afirmó que resultaba una excusa para inventar “cupo por cualquier cosa”. Además, sostuvo que “lo único que no es obligatorio es el mérito y capacidad; la idoneidad que dice la Constitución”. Cabe destacar que la provincia de Córdoba ya cuenta con paridad para los cargos legislativos provinciales desde el año 2000.

Ante estas declaraciones, la diputada nacional Gabriela Estévez (FpV), quien tiene presentados desde el mes de mayo tres proyectos de ley y uno de resolución sobre paridad de género, salió el cruce del senador expresando que “aunque le pese a Martínez y algunos más, la sociedad cordobesa y el pueblo argentino ya han tomado la decisión de avanzar hacia una democracia paritaria, como lo vienen haciendo muchos países del mundo. Mientras Martínez insiste en naturalizar un modelo que sólo concibe a las mujeres en roles domésticos y profesiones u oficios tradicionalmente reservado a las mujeres, yo creo que las mujeres, que constituimos más de la mitad de la población y el padrón, debemos ser igualmente protagonistas de la vida pública que los varones, no porque alguien nos ceda esos lugares, sino porque es nuestro derecho”.