Por Melisa Yael Jofré

Todavía no se sabe si será candidato en 2017, y si en 2019 jugará por afuera o por dentro con el Pro. Pero lo que queda más que claro es que, desde el balotaje del año pasado, se convirtió en la principal amenaza para el partido amarillo, en un distrito emblema para esa fuerza. Hoy por hoy es la carta de la UCR porteña. Y su figura se levanta para soñar con volver a tener el poder en la Capital Federal.

En el escenario político de la Ciudad de Buenos Aires, radicalismo y Martín Lousteau son dos conceptos que no se pueden separar. Que el economista cuenta con el total respaldo del partido centenario, ya nadie lo puede negar. Y así quedó sentado esta semana, cuando en la cena que se llevó a cabo en Parque Norte, con el motivo de conmemorar los 100 años de la presidencia de Hipólito Yrigoyen, el principal orador de la noche fue el embajador argentino en los Estados Unidos, quien al ser consultado por el periodismo no descartó ser candidato a diputado nacional el año que viene.

Lo que sí confirmó fue que la fuerza que él encabeza “va a estar en 2017”. Respecto de su propia candidatura, aclaró que “hay que dejar de discutir individualidades”. Y agregó: “Siempre lo digo y lo repito, voy a ser candidato si hay una decisión del partido”.

“Fue nuestro candidato el año pasado y lo va a ser en 2019”, asegura a Parlamentario un importante dirigente radical en el terreno porteño. Si bien los boinas blancas confiesan no estar negados a reproducir a nivel local la coalición Cambiemos que llevó al triunfo a Mauricio Macri, reclaman ser escuchados. Su idea no es sólo unirse al Pro porque sí, sino aportar sus “miradas” sobre los problemas de la Ciudad, y que éstas sean tenidas en cuenta a la hora de la toma de decisiones.

Por otro lado, en la Legislatura porteña, el bloque SUMA+, que agrupa a los radicales Hernán Rossi, Juan Francisco Nosiglia, Marcelo Guouman y Patricia Vichi, y las ediles que responden directamente a Lousteau, María Inés Gorbea y Natalia Fidel; tienen fijada la postura de defender de manera acérrima las “prioridades” de las que habló el líder de ECO durante toda su campaña electoral. Desde los comienzos de Cambiemos, debieron manejarse con dos tipos de roles: ser aliados a nivel nacional y opositores en la Ciudad de Buenos Aires.

Son los legisladores que se reúnen con el exministro kirchnerista cada vez que viene a Buenos Aires. Porque el diplomático cumple sus funciones en la potencia mundial, pero no se desvincula de los temas que atañen a la Ciudad y se junta con ellos para “interiorizarse” de los problemas a nivel local.

El oficialismo tiene la intención, y también la misión encomendada por el presidente Mauricio Macri, de conformar la alianza en el distrito y asegurarse un trabajo parlamentario más apacible. Por lo menos así se lo transmite el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, al “team” de Lousteau en cada uno de los almuerzos que comparte con ellos. Sin embargo, esto nunca se concretó y las posibilidades de que ocurra son bajas, por lo menos en lo que queda del 2016.

“No estamos cerrados”, reiteran desde el radicalismo. Pero en lo que respecta al Parlamento, una y otra vez los boinas blancas se encargan de marcarle la cancha al Pro. Así es que, sobre todo luego del receso de invierno, la postura de los legisladores de SUMA+ se endureció. Ya anticipaban meses atrás que su relación con el bloque amarillo y un eventual interbloque de Cambiemos no los iba a encontrar meramente como un espacio “votador de leyes” deseadas por el Poder Ejecutivo. Se diferencian de la fuerza gobernante y optan siempre por remarcar las diferencias que los colocan en la vereda de enfrente.

Panorama en el recinto

En junio, cuando el Parlamento porteño trató la polémica ley para crear la Agencia de Bienes, un organismo destinado a administrar un conjunto de inmuebles de la Ciudad, el bloque del Pro encontró como aliados a los diputados de SUMA+, quienes presentaron modificaciones en las negociaciones para aportar sus voluntades a favor.

El tercer bloque mayoritario del Cuerpo legislativo cambió su postura respecto de la primera lectura, en la que la norma había obtenido sanción inicial, y defendió su apoyo alegando que eran conscientes de que “la ciudadanía nos votó para ponerle freno al Gobierno, pero no para obstaculizar la gestión”. El día de la votación, Rossi, presidente de la bancada, dijo que la iniciativa se trataba de una propuesta “superadora”. “Nos propusimos garantizar la constitucionalidad de la ley que vamos a votar”, sostuvo, y aclaró que este nuevo ente no era una “prioridad” para los vecinos.

Más tarde, en los comienzos de septiembre, cuando se debatió otro de los proyectos sustanciales para la gestión de Larreta, SUMA+ se abstuvo a la creación del Distrito Villa Olímpica en la zona sur, donde se desarrollarán los Juegos de la Juventud 2018. Ya habían rechazado con anterioridad la autorización al Poder Ejecutivo para tomar una deuda de 160 millones de dólares para la construcción del predio.

En una de las últimas sesiones, donde el oficialismo impulsó con un tratamiento exprés una iniciativa para modificar la traza de la autopista Illia a la altura de la Villa 31, con el objetivo de crear un parque lineal en el marco de la urbanización del barrio, la tropa de los radicales y las ediles de Lousteau dijeron que no. “No es parte fundamental de la urbanización de la Villa 31, sino que es una obra innecesaria”, les remarcó en el recinto Rossi. El jefe de bloque cuestionó también en esa oportunidad que el proyecto no estimaba costos ni plazos.

Lanzando al bloque oficialista a un nuevo pacto Pro-K en la Legislatura porteña, SUMA+ se plantó y se negó a votar la puesta en valor para el Autódromo. El Pro tuvo que dar marcha atrás con el proyecto de ley, también enviado por el Gobierno de la Ciudad, porque no logró reunir los 40 votos necesarios para su aprobación el pasado 29 de septiembre. Una semana después, y luego de acordar la votación del Parque de la Estación en Balvanera y un fondo para las Abuelas de Plaza de Mayo, los comandados por Carlos Tomada acompañaron la propuesta del Ejecutivo.

No pudiendo imponer las modificaciones que pretendían, el bloque SUMA+ volvió a elegir la abstención, aunque adelantó que en una segunda lectura podría llegar a votar positivamente. Justificaron que en la zona sur de la Ciudad, los vecinos tienen “profundas necesidades” relacionadas con la vivienda, seguridad, salud y educación. “¿No podemos intentar proponerles algo mejor a los vecinos del sur? No creemos que sea insignificativo, pero sí es insuficiente”, señalaron.

Así las cosas, para lo que resta de 2016, y con las especulaciones de las elecciones legislativas del próximo año, que crecen cada vez más, SUMA+ está plantado en mantener la bajada de línea de Lousteau y lejos, por ahora, de asociarse oficialmente con el Pro.