Luego de que el ministro de Cultura de la Ciudad, Ángel Mahler, se presentara en la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña a exponer sobre el presupuesto del área a su cargo, la diputada por el FPV y vicepresidenta 2da de la comisión, Lorena Pokoik, remarcó que la partida “está enfocada a llevar una política cultural economicista y centralizadora”.

“El Ministerio de Cultura tiene planeado para el 2017 reducir a su mínima expresión su función social, para convertirse en un mero administrador y productor de eventos masivos, en desmedro del desarrollo cultural y el proceso de democratización cultural de los barrios porteños”, explicó.

Seguidamente marcó algunos puntos que permitirían sostener esta afirmación: “El Programa de “Incentivo a la Producción Cultural” se ve reducido en términos reales un 16%, respecto a lo presupuestado el 2016, éste financia entre otros subprogramas los subsidios para Pro-teatro, BA Música, Pro-escritores. El recorte en el Programa “Cultural en Barrios” es del 71 por ciento y “Formación Artística en el Complejo Teatral” se reduce un 94% por ciento comparado al año anterior.”

“La masa presupuestaria del Ministerio casi no se ve modificada, pero lo que si se observa es un cambio importante en la forma en la que esos recursos se distribuyen entre los distintos programas y unidades ejecutoras, reflejando la voluntad de llevar a cabo una política cultural que privilegie a la producción de grandes eventos en desmedro de los programas de accesibilidad y democratización de la producción cultural de los barrios”

En este mismo sentido se puede leer la evolución de los siguientes ítems: el Centro Cultural Recoleta recibe un aumento en términos reales del 154 por ciento, la Usina de las Artes un 88, y el programa de “Festivales de la Ciudad” un 101 por ciento.
Para concluir la diputada señaló “la necesidad de que el Ministerio de Cultura se involucre a fondo en la normativa y en los procedimientos que permitan habilitar y fomentar a los espacios culturales autogestivos, tales como, centros culturales, clubes de música en vivo y milongas, entre otros.