La ampliación de la Cámara de Diputados quedó en anhelos. Luego de que el radicalismo frenara un intento del Pro y el Frente Renovador para colar el tema en la última sesión, el macrismo ya declinó discutir el tema este año, mientras se asoma un nuevo turno electoral que dificultará aún más avanzar con esta reforma en 2017.

“Ya es un tema hundido”, se resignó un diputado de peso del Pro ante parlamentario.com, sobre los distintos proyectos para elevar la cantidad de diputados por algunas provincias cuya representación no se condice con los resultados del Censo 2010.

El tema se disparó hace alrededor de tres meses a raíz de un reclamo de la ADC (Asociación por los Derechos Civiles), y está fundado en el artículo 45 de la Constitucional Nacional, que establece que “después de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada para cada diputado”.

Tres proyectos de ley proponían ampliar la Cámara baja, hoy con 257 integrantes. El primero fue presentado a mediados de 2015 por la radical Carla Carrizo, y apuntaba a llevar ese número a 300. En junio de este año, Margarita Stolbizer (GEN) elaboró otra iniciativa para que los miembros fueran 300. Un último proyecto, de Myriam Bregman (PTS-Frente de Izquierda) y Diana Conti (Frente para la Victoria) hablaba de 328 diputados.

A pesar de que el tema generó cierto revuelo mediático, la discusión nunca fue llevada a comisiones y siempre se mantuvo en las sombras. “Era una conversación informal con toda la Cámara”, confió un diputado de Cambiemos, que aclaró que “todos bloques estaban interesados” en aumentar la cantidad de bancas, buscando llevar agua a sus molinos.

Sin embargo, el intento de filtrar esta reforma en el proyecto de boleta electrónica fracasó casi tan rápido como surgió. Fue en la última sesión, en horas de la madrugada, cuando el presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, y el jefe del bloque Pro, Nicolás Massot, encararon negociaciones con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. Pero la movida se esfumó por el rechazo del bloque radical, presidido por Mario Negri. Sin acuerdo interno, era imposible avanzar.

“La ampliación de bancas debe ser debatida en profundidad, no a las apuradas, entre gallos y medianoches”, diría al día siguiente un diputado de la UCR, Alejandro Echegaray. Ricardo Alfonsín también consideró que el freno a la reforma fue “una decisión acertada”.

Tanto en el Pro como en la UCR estaban convencidos de que la ampliación de la Cámara “se saca por unanimidad o no se saca”. Incluso una fuente del macrismo reconoció que “esta ley hay que aprobarla en momentos prósperos”, y que un año signado por una ola de despidos no era el contexto más propicio.

La última recomposición del número de legisladores se dio en diciembre de 2001, cuando el Senado se estiró de 48 miembros a 72, dando lugar a un senador por la minoría en cada distrito. La Cámara de Diputados se mantiene inalterable desde 1983.