Un día después de que Jorge Lanata le dedicara parte de su programa a la denuncia sobre la adquisición de tecnología audiovisual avanzada por 14 millones de dólares por parte del exministro Julio De Vido, el legislador kirchnerista salió a defenderse. Y lo hizo al estilo de su jefa, Cristina Fernández de Kirchner: a través de una serie de tuits en las que dijo expresó en principio su orgullo por “haber equipado con tecnología de punta el laboratorio audiovisual de la UNSAM”.

Tras destacar que le permitieron a la Universidad Nacional de San Martín “contar con la mejor tecnología permite capacitar profesionales para darle impulso a toda la industria audiovisual”, dijo que “es lo mismo que hicimos en el caso de la industria satelital y el proyecto Arsat, cuyos resultados están a la vista”.

Por otra parte, De Vido detalló que eso “formó parte de una política global de creación, equipamiento y desarrollo de universidades nacionales”. En este caso, dijo, “el Programa de Investigación Aplicada a los Contenidos Audiovisuales de la UNSAM”.

Tras puntualizar que “la definición de la tecnología fue realizada por INVAP. Todo el personal estaba capacitado pero el recorte de fondos actual cortó el programa”, agregó que “todos los equipos quedaron instalados y funcionando”.

“Cuando hablan del caso ‘exitoso’ de Nueva Zelanda, omiten que también participa la Universidad de Auckland y permite millonarios ingresos”, sostuvo en otro tuit.

Sobre el final, la emprendió -cuando no- contra el Grupo Clarín, al señalar que “lo que molesta es que el equipo de efectos especiales más moderno esté en una universidad del conurbano y no en poder del Grupo Clarín”. Luego la emprendió contra el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, de quien ironizó diciendo que “debe querer los ‘efectos especiales’ para hacerle creer a la gente que Mauricio Macri redujo la pobreza, aumentó el empleo, no hizo un tarifazo ni subejecuta el presupuesto de obras públicas”.