“A quienes fueron parte de la matriz de corrupción del gobierno anterior les pesa la verdad. Por eso buscan silenciar a quienes la denuncian”, sostuvo el bloque radical que salió este fin de semana en defensa de la diputada nacional jujeña Alejandra Martínez, que en la sesión del miércoles confrontó con el kirchnerismo, que reclamaba la liberación de Milagro Sala, argumentando en su defensa la resolución de un grupo de trabajo de la ONU.

A partir de ello, Martínez pasó a ser blanco de una serie de ataques, para los que se basaron en un fallido de la legisladora durante su discurso. Sucede que la diputada jujeña describió durante su alocución la “fortuna” con la que cuenta Milagro Sala y en ese contexto sobrevino la frase polémica: “Tiene una mansión muy cerca de la mía”, y al darse cuenta aclaró rápidamente: “Muy cerca de mi casa”.

Sin embargo esa frase alcanzó para que desde la oposición plantearan que quien vive en una mansión es en realidad la diputada, que refutó: “Resulta triste que la discusión pública se haya degradado de esta forma, al punto de que un episodio tan intrascendente como éste sirva para desviar la atención del saqueo que sufrió Jujuy durante los años del kirchnerismo”, sostuvo la diputada radical.

Ante la consulta sobre su supuesta “mansión”, la legisladora responde con una sonrisa, y señala su casa común y corriente en el barrio San José, de la localidad de Perico, a treinta kilómetros de San Salvador de Jujuy. Detalló que en esa casa vive desde hace veinte años, mucho antes de ingresar a la actividad política y se encargó de difundir una fotografía de la misma.