Por Carolina Gaillard. La diputada explica en detalle cómo se dio el debate y el dictamen promovido por el Frente para la Victoria, sobre un tema que aun no llegó al recinto.
Hace algunos meses llegaron a la Comisión de Salud las madres para conversar sobre los beneficios del uso de cannabis en sus hijos y comenzaron a presentarse iniciativas al respecto, que ascienden hoy a 17 proyectos de ley, representados por tres dictámenes de los distintos bloques políticos.
En menos de un año el tema se ha impuesto en la agenda legislativa y de los medios de comunicación. Se están realizando infinidad de actividades a lo largo y ancho del país con abultado público que se acerca para contar su experiencia, consultar a los especialistas por la posible utilización del aceite para el problema de salud que padecen, o averiguar dónde pueden conseguirlo. En varias provincias se ha legislado al respecto, incorporando al vademécum de obras sociales la importación de aceite de cannabis.
El consenso de la sociedad para la utilización de cannabis con fines medicinales avanza. Y esto es por dos cuestiones: las esperanzas que se depositan respecto a las mejoras de salud que trae su utilización y por otra, la sensibilidad a la que nadie puede estar ajena al conocer la historia de un niño o niña que padece una enfermedad y logra mejorar su calidad de vida.
La sociedad médica se encuentra expectante para avanzar con la capacitación en la materia, las Universidades ya están trabajando al respecto generando proyectos de extensión para evaluar la calidad de las sustancias que las madres producen, o realizando pruebas científicas sobre los posibles beneficios. Incluso la Iglesia se ha pronunciado recientemente indicando que el Estado debe proveer gratuitamente el aceite de cannabis para quienes presenten enfermedades. En este sentido, el apoyo de la Iglesia me parece fundamental, ya que la religión puede ayudar a la clase política a comprender la importancia de legislar sobre este tema, permitiendo que la población mejore su calidad de vida.
El dictamen de consenso que presentamos desde la Comisión de Salud intentó constituirse como un proyecto que regula sobre las nuevas realidades y las necesidades de las familias, tomando como referencia todos los proyectos que se presentaron, trabajándolo con asesores y diputados, convocando a expertos, funcionarios y familias y observando otras experiencias de la región, por lo que una delegación de diputados argentinos visitó el parlamento Chileno en septiembre.
El consenso alcanzado me parece positivo, aunque es bueno señalar que es imprescindible seguir avanzando en un debate que contemple el cultivo de la planta. De las plantas de cannabis se van obteniendo distintas cepas, que la comunidad científica va analizando, por lo cual, la simple importación de una determinada marca comercial de aceite es insuficiente para abordar la multiplicidad de soluciones que otorga el cannabis medicinal a las diferentes patologías.
El prejuicio se ha logrado superar y ha permitido que amplios sectores de la sociedad reconozcan la eficacia de esta sustancia. En este sentido, estoy esperanzada en que el autocultivo y el cultivo regulado y controlado por el Estado, sea el paso que nuestra sociedad, y por ende nuestro Congreso Nacional, dará.
*Diputada nacional – Frente para la Victoria Entre Ríos.
