Concluido el tiempo para el debate en comisión, los diputados que apoyan el proyecto impulsado por las organizaciones sociales tratarán de lograr su tratamiento sobre tablas.
Al igual que con la ley antidespidos, la oposición denunció esta semana que el Senado demoraba el giro del proyecto que declara la Emergencia Social a la Cámara de Diputados, mientras Cambiemos se prepara para una arremetida en el recinto.
El bloque del Movimiento Evita, liderado por Leonardo Grosso, envió una nota a la vicepresidenta Gabriela Michetti en la que exigió que la iniciativa llegue a la Cámara baja para su tratamiento, un pedido que fue acompañado por las diputadas Victoria Donda y Alcira Argumedo.
“Michetti y (Federico) Pinedo frenan el proyecto de Emergencia Social para que no se trate antes de fin de año”, advirtió Grosso, al asegurar que “el Senado ya debería haber mandado a Diputados la media sanción, pero Cambiemos quiere meterla en el freezer”.
El proyecto fue aprobado este miércoles en la Cámara alta con 45 votos a favor y 13 en contra, y entre otras cosas promueve la creación de un millón de puestos de trabajo, la fijación de un Salario Social Complementario y un aumento del 15% en las Asignaciones por Hijo y Embarazo.
Según cuestionó Grosso, “Macri ya vetó una ley en favor de los trabajadores y ahora quieren cajonear la Emergencia Social, una iniciativa con la que están de acuerdo la CGT, las dos CTA y las organizaciones sociales más grandes, como CTEP, CCC y Barrios de Pie”.
Amén de esas protestas, y luego de la multitudinaria marcha al Congreso realizada el viernes en reclamo de la ley, Cambiemos espera que la oposición trate de lograr debatir el tema en la sesión del próximo miércoles, cuando tiene previsto tratar otros proyectos, como el de reforma de la Ley de Tarjetas de Crédito que obtuvo dictamen el jueves pasado.
“Es una ley políticamente fuerte, pero a la vez liviana”, describió un integrante de la mesa chica de Cambiemos. Según fuentes del oficialismo, tiene un costo fiscal exuberante -se habla de 50 mil millones de pesos-, aunque el proyecto aprobado no incluye la fuente de financiación. Por su parte, diputados de la oposición trabajan en un proyecto complementario para que los costos de la ley sean afrontados con impuestos al juego y a la renta financiera.
Sin embargo, dado que el proyecto aun no tiene dictamen de comisión, la oposición necesitaría reunir una mayoría de dos tercios para incorporarlo al temario sobre tablas, lo que se presenta como un obstáculo difícil.
