La diputada nacional Elisa Carrió hizo un balance optimista del primer año del gobierno, al que calificó de “aprendizaje”, que marcó como coincidente con el primero de Mauricio Macri en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad: “con aciertos y errores, pero madurando con un equipo que va a ser totalmente definido el año que viene, y con una diferencia de complejidad distinta de la Ciudad”.

La legisladora puso como ejemplo de errores lo sucedido con las tarifas, por cuanto sostuvo que “lo peor (de una administración) hay que hacerlo en los primeros tres meses”. Aclaró no obstante que ella hizo las advertencias correspondientes, pero advirtió obcecación en algunos ministros que fueron “muy cerrados”, pero aclaró que “ahora se tomó conciencia”. “El gradualismo ha ganado la batalla porque no puede haber un costo social de dimensiones terribles”, sostuvo.

En materia económica, la diputada dijo pensar que “faltan dos cosas muy importantes para evitar desempleo estructural: una, la rebaja de aportes patronales para las pymes exportadoras e importadoras; y dos, la flexibilización de las tasas de interés por parte del presidente del Banco Central. Los últimos números a mí me dan muy difíciles”.

En diálogo con La Nación, dijo haber hablado de esos temas con el presidente Macri, con quien #tenemos lindas cenas, nunca nos enfadamos. Él no cree que exista una persona como yo. Pero además se ríe porque está acostumbrado a gente que lo tiene como líder, o lo tratan como te tratan los radicales, y yo no tengo filtro”.

“Tenemos una relación aceitada de sincericidio”, aseguró.

Admitió también que el contexto internacional se ha complicado: “Hay un mundo hasta la elección de Trump, la elección de Alemania y el Brexit, y otro mundo a partir de ahora, que no está definido. Los capitales tienden a no movilizarse porque está cambiando la humanidad”.

Carrió expresó su confianza en que la situación “va a repuntar”, pero advirtió que “primero hay que tomar estas medidas fiscales y monetarias inmediatamente. Y lo segundo es tener un sistema de inversiones estratégicas comerciales, pero que apunten a que sean con países democráticos”. Tras admitir que se refería puntualmente a China, sostuvo que “la Argentina tendría que pluralizar su mercado, abrirse a la India, a Japón, Corea del Sur, Sudáfrica, la Unión Europea. La elección de Alemania el año próximo es vital para la humanidad, y la última elección nos dice que Merkel perdió”.

Alertó que “las fuerzas históricas de tipo fascistas están apareciendo en todo el mundo, y no son los líderes, son fuerzas históricas de sociedades con miedo, frente a una globalización imparable”.

Elisa Carrió diferenció a Mauricio Macri de Fernando de la rúa al señalar que el radical “era un hombre que tenía problemas de decisión, de desconfianza y de escucha. Ninguno de estos tres problemas los tiene Mauricio”. Admitió que “en todo caso lo que me parece es que muchos no le dicen la verdad”, en referencia a sus ministros.

Descartó que, como hizo con la Alianza en al año 2000, pueda llegar a irse: “Yo no me voy porque yo inventé Cambiemos, yo no inventé la Alianza. Dos líderes inventamos Cambiemos, condicionamos al radicalismo y llegamos a una victoria inimaginable. Estoy orgullosa del crecimiento de la República, y preocupada por cuestiones sociales, si bien son heredadas”.

Negó que sus denuncias contra Daniel Angelici sean un punto de tensión con Macri: “Es una forma de coordinar dos posiciones que son irreconciliables”, y señaló que su problema “no es Angelici, el tema es separar fútbol y política, y que tiene que haber una Justicia independiente”, y puntualizó que “no tenés que tener operadores que estén metidos en clubes de fútbol”.

Calificó de “excelente, como siempre” su relación con el papa Francisco, porque “no tengo por qué tratar a mi pastor por cuestiones políticas”. Admitió que él interviene en política, “pero yo no me meto en política con él. Soy una cristiana verdadera, nunca fui ni pedí una audiencia. Cuando fui invitada, no fui”.

“Sólo una vez le mandé un mensaje para decirle que no se saque fotos con todo el mundo porque confunde. Después no puede explicar la foto con el Caballo Suárez. Y creo que aprendió”, sostuvo.

Respecto de una eventual candidatura el año que viene, dijo no saber aún qué hará, “pero que voy a dar la batalla, sí. No sé en qué lugar, eso lo determina una estrategia” de la coalición.

“Podemos ganar si no hay endogamia, si hay generosidad y si hay estrategia. De la misma manera que ganamos en la provincia. Yo durante años construí el monstruo (Aníbal Fernández) para que la bella pudiera ganar, si no no estaría María Eugenia”, destacó.

¿Rechaza alguna candidatura?, le preguntaron, y no anduvo con vueltas: “Sí. El intendente de Vicente López”, en referencia a Jorge Macri, “porque tiene problemas de corrupción. Si hay discusión, habrá internas dentro de Cambiemos.