A instancias de la Legislatura porteña, se descubrió una placa conmemorativa.
Por iniciativa de la Legislatura porteña y la Corporación Puerto Madero, se conmemoraron los 15 años del Puente de la Mujer.
Durante el acto se descubrió una placa conmemorativa en la cabecera del puente, inaugurado a fines de 2001 y convertido en uno de los símbolos turísticos y arquitectónicos de Buenos Aires.
“Ya es una ícono turístico de la Ciudad, como Caminito, la Avenida Corrientes o el Obelisco”, opinó en su discurso el legislador porteño Fernando Yuan, uno de los autores de la iniciativa.
Lo siguió la presidenta de la Corporación Puerto Madero, Agustina Olivero Majdalani, que le agradeció a la Legislatura “por acordarse del aniversario del Puente de la Mujer” y celebrarlo.
En el cierre, la vicepresidenta de la Corporación Puerto Madero, Florencia Scavino, recordó las alternativas de la obra y explicó que “el puente está emplazado en el mismo eje que une la Plaza de Mayo con el Obelisco y el Congreso”, como un modo de integrar el barrio más nuevo de la Ciudad a su rica historia política y arquitectónica.
También estuvieron presentes autoridades de la corporación Puerto Madero, legisladores porteños y funcionarios de la Ciudad.
El puente había sido donado por el empresario Alberto L. González, quien se lo dedicó a su esposa y a sus hijas. Fue realizado por el arquitecto e ingeniero español Santiago Calatrava, célebre en todo el mundo por sus obras. El Puente de la Mujer fue el primer diseño de Calatrava construido en América Latina y el primero giratorio, entre los muchos que proyectó.
Su aspecto es muy parecido al Puente Samuel Beckett en Dublín (Irlanda) y al Puente del Alamillo en Sevilla (España), diseñados también por Calatrava. El arquitecto buscó su inspiración en el baile: Imita la imagen de una pareja bailando tango, el mástil representa al hombre, que sostiene mediante cuerdas la curvatura central del puente que simboliza a la mujer, en un típico paso de la danza tradicional que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2009.
Como homenaje a esa inspiración, el homenaje culminó con el Tango “Naranjo en flor” entonado por Camila Docampo, y la danza de una pareja de baile de la Compañía de Mora Godoy.
