La sesión de la Cámara de Diputados se inició este martes con un encendido homenaje al comandante Fidel Castro, fallecido en Cuba el pasado 25 de noviembre. Arrancó con los discursos la diputada Araceli Ferreyra, quien en el inicio de sus palabras, incluyó también en su homenaje a Nelson Mandela, de cuya desaparición se cumplen en estos días un nuevo aniversario, y lo definió como “un líder extraordinario que adaptó las luchas de su pueblo a las circunstancias de los tiempos”. En su recordación, la correntina cargó contra la Shell y el Congreso norteamericano, y recordó también las palabras de Mandela sobre Fidel Castro, quien agradeció la ayuda de los cubanos a la lucha contra el apartheid, enviando médicos y educadores. “Por eso, hoy que rendimos este homenaje, de 200 millones de niños que van a dormir esta noche en la calle, ninguno es cubano”, graficó la legisladora kirchnerista.

Ferreyra habló de los “638 atentados perpetrados por la CIA y el imperialismo” contra Fidel Castro, destacando que “ninguno les salió bien, y Fidel eligió el día para irse”. La diputada correntina concluyó su discurso leyendo un poema de Juan Gelman.

Tras ella habló el diputado Edgardo Depetri, quien señaló que “los que nacimos a la vida sindical, política y social convencidos de ideas de justicia social, de soberanía, de un mundo y de países para todos; los que venimos de la militancia peronista y levantamos esa consigna de redistribución justa y equitativa de la riqueza de la humanidad, tenemos una referencia en el comandante Fidel Castro”. Recordó que “en los 90, cuando se caía el Muro, implosionaba el denominado socialismo real, intelectuales, dirigentes políticos del mundo decían ‘se terminó el socialismo’. Al mismo tiempo se derrumbaba el estado de bienestar en Europa, y acá en Argentina el peronismo se transformaba en neoliberalismo y se alineaba con la idea de que el capitalismo iba a gobernar la humanidad y el mercado iba a definir la nueva sociedad”.

“Cuba era un faro que se oponía a esa globalización”, aseguró el diputado kirchnerista, que destacó a la isla como “un espacio que alumbró la reconstrucción del movimiento nacional y popular en América Latina”, y le atribuyó a esa nación “la derrota del ALCA”.

Se sumó al homenaje luego el diputado Julio César Raffo, quien también apeló a la poesía, con un poema de Nicolás Guillén, aunque en su caso lo recitó de memoria. Destacó los valores de la Revolución Cubana “para poner de pie” a ese pueblo, que a su juicio “mereció el apoyo y respeto de las principales personalidades del mundo”. En nuestro país, dijo, el primer defensor de esa revolución fue Alfredo Palacios. “Tengo el honor, que comparto con el diputado Recalde, de haber podido conversar con el comandante Fidel Castro en 1987”, contó Raffo en otro pasaje de su discurso, en el que agregó que “el país más poderoso del mundo tiene una tasa de mortalidad infantil del 6 por mil; en Cuba hay el 4 por mil, menos mortalidad infantil que en Estados Unidos y en la República Argentina”. Y sobre las críticas, dijo que el que debe juzgarlas es el pueblo de Cuba, que entendió que ha demostrado su valoración en el homenaje de despedida a su líder.

Victoria Donda se sumó al homenaje señalando que la partida de Fidel “deja un sabor amargo en aquellos que veían en su figura la demostración de que otro sistema era posible”. “Nadie puede negar el nivel educativo que alcanza la sociedad cubana”, valoró, y destacó al comandante como “un imprescindible de este mundo”. “Es un mundo sin Fidel, y un mundo con Trump”, diferenció.

Luego habló desde la izquierda Néstor Pitrola, quien expresó “la voz de quienes nos reivindicamos socialistas y revolucionarios”. Aclaró que “no somos castristas, somos enemigos históricos del estalinismo, pero ante la muerte de Fidel Castro vamos a reivindicar a esa revolución social como la revolución que en 1959 incorpora a América Latina en el período histórico que se abre con la revolución rusa en 1917”.

Pitrola sostuvo que Fidel se negó a pactar “con el aparato de Batista”, por lo que chocó “con todo el aparato de la dictadura” que había derrocado, lo que a su juicio lo distinguió de otros procesos en la región.

También recordó a Castro Luis Lusquiños, quien leyó un decreto del gobernador de su provincia, Alberto Rodríguez Saá, en el que resolvió el duelo provincial por 3 días en San Luis, que fue el homenaje del pueblo puntano a la figura del comandante. Lusquiños recordó la gesta de Espartaco, que enfrentó al sistema y el Imperio Romano, cuando ya estaba acorralado y recibir el mensaje para que se entregara. “Espartaco se para y dice: ‘Yo soy Espartaco’”, y tras él, se pararon los 10 mil guerreros que lo acompañaban. Todos fueron crucificados. Comparó la escena de la película que acababa de comentar, con la despedida del pueblo cubano a su líder, que a su juicio representó lo mismo: todos los cubanos dijeron “yo soy Fidel”.

Carlos Heller también acompañó el homenaje, y a “ese pueblo que ha resistido heroicamente”. Recordó haber compartido una “extensísima reunión con el comandante Fidel Castro en el año 2001”, y concluyó su homenaje leyendo una carta que Juan Domingo Perón le envió en el año 1973 a Fidel Castro, que consideró un resumen de la Revolución Cubana y la relación con la Argentina y ambos líderes.

A poco de haber jurado como diputado, participó del homenaje Juan Carlos Giordano, que no tardó nada en repudiar “a la derecha mundial, a Donald Trump, que festejaron la muerte de Fidel”. Señaló que “hay dolor en los revolucionarios del mundo, porque la muerte de Fidel está conmemorando esa revolución socialista, la primera que conocimos, la primera que se dio en nuestro continente”. “Un pueblo que se liberó de ser el patio trasero, o el prostítulo yanqui”, destacó. No obstante, reconoció que “hemos discrepado con el otro Fidel, el que arrancó en la década del 60 pactando con la Rusia estalinista”.

Reprochó que cuando la revolución nicaragüense, Fidel dijo que no había lugar para otra Cuba.