Todos coinciden en que fue un error adelantar un eventual veto presidencial a la modificación del Impuesto a las Ganancias, en caso de que el Senado apruebe el texto proveniente de Diputados. Porque particularmente le proporcionaban a los gobernadores -interesados casi tanto como la Nación respecto de ese impuesto que se coparticipa- la tranquilidad de que la iniciativa no iba a prosperar, cualquiera fuera el resultado en el Senado.

Así las cosas, se liberaban de responsabilidades y se evitarían tener que pagar el costo político de pararse junto al Gobierno nacional en este tema.

En el Poder Ejecutivo están trabajando contrarreloj para encontrar alternativas que le permitan evitar precisamente ese veto.

Jugado a una pelea frontal con la oposición en torno a este tema, no quieren terminar haciéndole el juego a la misma pagando el costo político que ello implica, y están recopilando los datos exactos de cómo repercutiría la implementación del proyecto opositor en caso de que se convierta en ley. Esos datos les serán brindados a los ministros de Economía de las provincias convocados a la Casa Rosada para este martes a partir de las 17 en el marco del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal. Asimismo se les informaría respecto de la reasignación de partidas respecto del Presupuesto 2017 que acaba de ser aprobado, y la manera como ello afectaría directamente a las provincias. Entre otras cosas, serían reasignados 15 mil millones previstos en transferencia directa a las provincias, y otros tantos miles de millones en obras.

Será problema de esos gobernadores encargarse de explicar en sus distritos el apoyo al proyecto opositor sobre Ganancias y tener que resignar ese dinero.

Amén de ello, el Gobierno prepara también la presentación en el Hotel Savoy de ocho gobernadores peronistas que se pronunciarán contra el proyecto opositor. No tienen muchos senadores, pero sumarán masa crítica en el sentido de los deseos oficiales.