Sin más tiempo, el tratamiento de los proyectos de Presupuesto y Ley Impositiva 2017 en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, ingresó a la instancia final de una negociación que ya superó los dos meses.
Como se sabe, desde el Gobierno de María Eugenia Vidal buscan no solo la sanción de estas importantes leyes, sino que además tratan al mismo tiempo de encontrar un equilibrio, al menos precario, con el resto de las fuerzas políticas que tienen representación formal en los recintos de ambas cámaras, y establecer así cierto “acuerdo de gobernabilidad”.
En ese transitar, los operadores de Cambiemos, tanto de la Legislatura como del propio Ejecutivo, vienen desplegando una conversación que incluye a los dirigentes que se agrupan en el Frente Renovador que conduce Sergio Massa, pero también con los distintos sectores en que se expresa el peronismo y encontrar allí el “acuerdo más amplio”. Todos además son necesarios desde lo formal para avanzar en diferentes frentes abiertos.
El Estado el bonaerense que está en proceso de conformación, a partir del cambio que significó la llegada de los nuevos inquilinos, hace ya un año de ello.
Ese Estado, hoy por hoy, está sin cabeza del Ministerio Público, defensores y fiscales no tienen jefe. El proceso para prestar acuerdo al pliego remitido por el Ejecutivo, el que propone como procurador General a Julio Conte Grand estaría listo, si todo va bien, para ser considerado el próximo 21. Si todo va bien.
El Honorable Tribunal de Cuentas, el órgano máximo de control que tiene el Estado, tiene una vacante, que necesita acuerdo del Senado. Además muchos son los que entienden que este organismo necesita de una reforma importante, una especie de redefinición histórica.
La Suprema Corte de Justicia también está en proceso de cambio y con vacantes expuesta, una seguro. No hay pliego ingresado aun en la Legislatura para cubrir ese cargo.
La Policía de la Provincia, ese ejército de varias divisiones, está en emergencia sin solución de continuidad; se extendió recientemente este estado por un año más, lo mismo para el Servicio Penitenciario Bonaerense, con una ambiciosa transformación en curso, tanto para los efectivos como para los internos.
La dirigencia política bonaerense, no solo el Gobierno, tiene que tomar una resolución respecto de una institución que costó mucho ponerla a funcionar en la Provincia como es el Defensor del Pueblo. Una institución donde la Legislatura tiene mucha injerencia desde su concepción.
La coyuntura
Es decir, la Provincia, o mejor dicho el Gobierno de la Provincia que encabeza María Eugenia Vidal dio muestras que está dispuesto a repensar el Estado a partir de situaciones lógica que posibilita la alternancia que se produjo, luego de una continuidad en el poder del peronismo en sus distintas variables históricas.
Pero gran parte de la dirigencia opositora -peronista en gran medida por cierto- , también una porción no desdeñable del oficialismo, por momentos, parece hacer caso omiso al convite. Tienen otros problemas más inmediatos que resolver, lo urgente aplaza lo importante; lo urgente son las elecciones del año que viene.
Por ello es que el Frente Renovador acompaña pero alza la voz en cuanta tribuna existe, para mostrar que son opción electoral, el camino del medio. Los distintos sectores del peronismo, que conforman cuatro bancadas en el Senado y otras tantas en Diputados, ensayan metodologías de organización para la negociación parlamentaria pero fundamentalmente para tomar decisiones a la hora de definir su oferta electoral.
El oficialismo, los distintos sectores políticos que conformaron la Alianza Cambiemos, dejan ver, cada vez más claramente, sus diferencias.
Los lilitos no tienen ningún problema en oponerse en recinto a acuerdos de pliego de funcionarios judiciales que la propia gobernadora remita a la legislatura.
El radicalismo es un elefante que transita en la más yrigoyeniana luz de la incertidumbre, sin mayores responsabilidades institucionales -sin cargos-, con escasa participación en los espacios de toma de decisiones, las miradas se vuelven inexpresivas y tal vez el mediano plazo les devuelva el contenido.
Los republicanos están atónitos con el fuego amigo, nunca lo imaginaron que iba a aparecer tan pronto, están quebrados pero al mismo tiempo buscan fortalecer la visión de aquellos que están comprometidos en el día a día, están en un punto de inflexión, para bien o para mal.
El desenlace
Primero el massismo y luego el peronismo plantearon sus objeciones formales a las iniciativas remitidas por Vidal, básicamente, y en términos generales, expresaron sus reparos respecto de las autorizaciones para tomar deudas por unos 90 mil millones de pesos, deslizaron comentarios sobre la relación fiscal entre nación, provincia y municipios y señalaron las pérdidas porcentuales relativas de los presupuestos de Educación y Salud.
Luego en la negociación más fina, aparecieron las necesidades de los intendentes, la inclusión de un fondo de infraestructura y un fondo especial sin un destino específico. También se empezó a deslizar la posibilidad de bajar las solicitudes de endeudamiento a una 55 mil millones.
Al mismo tiempo, se definió avanzar en la designación del Defensor del Pueblo y los diversos secretarios que componen el organismo.
El consenso transitó un camino armonioso hasta que en un punto, la unificación de personería del peronismo tuvo su consecuencia lógica, en el plano legislativo y de cara a la nueva gestión que se dará la Cámara baja, piden la vicepresidencia jerarquizada. Cambiemos ratificó su entendimiento con el FR, hasta ahora.
