Por José Bielicki. El dirigente radical cuenta un antecedente en la materia que lo tuvo como protagonista.
El artículo de Joaquín Morales Solá del domingo 8, me lleva a aportar un hecho vinculado con la incorporación de dirigentes peronistas. Es cierto que, seguramente, hoy las condiciones son otras.
En el año 1962, con 26 años, fui candidato a intendente de Morón por la Unión Cívica Radical Intransigente.
Por sugerencia del gobernador Oscar Alende, busqué el apoyo del exintendente peronista, Cesar Albistur Villegas, con quien mantenía una excelente relación personal desde que regreso de su exilio en Chile.
Mi propuesta fue sumar, como candidato a concejal, a un distinguido vecino muy representativo y vinculado a su sector.
Su contrapropuesta fue inaceptable.
Pero como consecuencia, fundado en su bien ganado prestigio, decidió presentarse solo con su esposa, resaltando el apellido de casada.
El resultado fue lamentable, no llego a obtener un voto por urna.
Es decir los nombres de gran trayectoria no arrastran de por si al electorado.
Me ganó el candidato peronista, Pedro de Martín, por escaso margen.
Es una experiencia.
Dr. José Bielicki
