Hicieron ruido las declaraciones de la jueza Sandra Arroyo Salgado en el programa Los Leuco, de TN, donde la emprendió contra la administración kirchnerista por su actuación en la investigación de la muerte de su exesposo.

Y en ese marco acusó al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de haber formado “un grupo de tareas” para desprestigiar el trabajo del extitular de la UFI AMIA. “La administración de la expresidenta actuó como una dictadura ante este crimen y formó un grupo de tareas para desprestigiar el trabajo de un funcionario judicial”, disparó la jueza.

Y citó puntualmente nombres de exfuncionarios de esa administración. Mencionó a Aníbal Fernández, al extitular de la AFIP Ricardo Echegaray y hasta a un diputado nacional, Diego Bossio. Al legislador del bloque Justicialista lo mencionó “tuiteando que la denuncia de Nisman era impresentable”.

En efecto, Bossio expresó en esos días en su cuenta de Twitter: “La insólita acusación del fiscal Nisman implica una judicialización absurda de la política que busca instalar mentiras ensuciando la democracia”. Eran tiempos en que el extitular de la ANSeS todavía militaba en el kirchnerismo.

Pero en otras declaraciones, Arroyo Salgado incluyó a más miembros, como Daniel Rafecas y los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler. Pero también a otros dos diputados.

Diana Conti es una. La legisladora ultra K, habló de esperar al fiscal “con los tapones de punta” en el Congreso de la Nación, además de decir que la denuncia de Nisman no tenía “pies ni cabeza”.

Y Carlos Kunkel, quien acusó a la familia de Nisman de moverse con “un desesperado intento por cobrar los seguros y cuando alguien se sucedida no se paga el seguro”.