Precandidato presidencial por el Peronismo Federal por esos días, el entonces diputado Felipe Solá sostenía con vistas a un plan de gobierno que, en el plano económico, “no podemos convivir con la inflación, pensando que el mayor consumo supera el problema de la inflación”, y por el contrario pedía “combatirla con un programa popular, atacándola en todos los frentes a la vez, haciendo acuerdos con los empresarios, con los gremios, bajando el nivel de emisión, de gasto público superfluo”.

Empero, admitía que “hay que mantener un proyecto en el que el mercado interno sea importante. Hay que incrementar algo que muy poca gente conoce, que es una buena orientación en la política científica y tecnológica. Desendeudarse es bueno, aunque me gustaría que fuera por ley y no mediante decreto. Al modelo de alto consumo y escaso ahorro, le falta bajar la inflación y generar más ahorro popular”.

“El próximo gobierno no tiene que ser lo contrario (del de Cristina Kirchner). Tiene que mantener lo mejor de este gobierno y no ser un gobierno de venganza ni de restauración”.