La jefa del bloque Pro en el Senado aclaró que “el Correo Argentino le pagará la deuda al Estado con intereses”. Y culpó al gobierno K por no haber solucionado el tema antes.
“Nadie le perdonará la deuda a nadie”, sentenció este jueves la jefa del bloque de senadores del Pro, Laura Rodríguez Machado, al defender el acuerdo entre el Gobierno Nacional y el Correo Argentino por el cual se acusa al presidente Mauricio Macri de haber beneficiado a su padre, Franco Macri.
Rodríguez Machado sostuvo que “no existe condonación alguna” en el acuerdo “debido a que el Gobierno Nacional no aceptó ninguna quita, sino que acordó percibir el total del capital adeudado”.
La legisladora explicó en un comunicado que “la Ley de Concursos y Quiebras beneficia al concursado, en este caso el Correo Argentino, al impedir la imputación de intereses en su contra desde la presentación del concurso preventivo, controlado judicialmente y monitoreado por síndicos y acreedores. Con lo cual el capital legalmente adeudado por la empresa es lo verificado en el concurso preventivo y no se le hizo quita alguna”.
Para la macrista, “la conducta negligente del Gobierno anterior, por no brindar una solución efectiva antes de 2015, es lo que en definitiva le hizo perder al Estado una importante suma de dinero. Esto se infiere simplemente de hacer un cálculo a valor contable aplicando la inflación, por la demora en acordar”.
Puntualizó que “a diferencia de aquella situación, el gobierno de Cambiemos, con el acuerdo alcanzado el año pasado, percibirá por parte del Correo Argentino el monto originalmente reclamado, más un interés del 7% anual en 15 cuotas. O sea, sí se le cobraron intereses”.
Por eso, en respuesta a lo que consideró como “críticas infundadas”, Rodríguez Machado destacó que “tras 15 años de desidia y postergaciones, el acuerdo alcanzado le permitirá al Estado ingresar a sus arcas aproximadamente 600 millones de pesos, que podrán ser invertidos en programas sociales y obras públicas”.
La cronología de los acontecimientos
Según la senadora, “en 2001 el Correo Argentino pidió ingresar en concurso de acreedores y continuó en 2003, año en que el Gobierno le quitó la concesión del correo oficial. Por entonces, se verificó las deudas de la empresa, de las cuales un tercio era con el Estado Nacional”.
Pero “en los siguientes 12 años de gestión kirchnerista no hubo acuerdo entre las partes, contribuyendo a licuar las acreencias del Estado”. Por eso, “el año pasado, el Gobierno generó una solución al tema, que hoy es criticada sin fundamentos por muchos de aquellos que ignoraron y desestimaron la situación cuando tuvieron la responsabilidad de administrar los intereses de la Nación”.
