Me comentaron compañeros y amigos a los que les gusta sociabilizar en las redes, que los simpatizantes del anterior gobierno nacional que condujo Cristina Kirchner, estaban indignados con los bloques de la oposición al macrismo que dieron quórum en la última sesión especial para tratar modificaciones a la ley de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART).

Nos acusan de ser funcionales al macrismo y a sus reformas que perjudican a los trabajadores, algo que es lógico que los indigne, dada su conocida postura a favor de los laburantes.

Ahora bien, como casi siempre uno queda un poco confundido con el discurso y la acción kirchnerista, recurrí a los periódicos que daban cuenta de la sesión que culminó muy tarde. En efecto, las declaraciones del presidente del bloque K de diputados repetía los mismos argumentos, que fue una ley que se votó con el culo, que si nos hubiéramos retirado del recinto no hubiera podido aprobarse, que éramos responsables de que se sancionara la reforma…

Entonces imaginé que lo que había ocurrido realmente en la Cámara de Diputados había sido un sueño mío, le pregunté a nuestros diputados y los asesores parlamentarios y entonces pensé que había sido un sueño colectivo, por lo que decidí chequear en la página del parlamento y por fin comprendí de que como decía el viejo Carlos Marx, todos somos el resultado de nuestra propia práctica, y el kirchnerismo no podía ser la excepción, es producto de su práctica hipócrita y vergonzante, la misma que desarrolló durante los años de su gobierno.

Claro que ahora que ya no cuenta con las herramientas de ampliación y multiplicación de mentiras con las que contaba, y dicha práctica se convierte en patética y casi ridícula, a no ser porque de lo que estamos hablando es de temas que afectan a sectores importantes de nuestra población trabajadora, veamos a que me refiero.

El resultado de la votación del miércoles 15/02/17 sobre ART, en donde el tema estrella fue el fraude del Correo de los Macri, fue 88 votos a favor (CAMBIEMOS: PRO-UCR-CC-FTE CÍVICO DE SANTIAGO-Si, el amigazo Zamora!!!), 44 abstenciones (FR-PJ Bossio-MPN) y 23 en contra (LIBRES DEL SUR Y PROGRESISTAS-IZQUIERDA-PROYECTO SUR-FACUNDO MOYANO-MOV.EVITA), una votación que en total obtuvo 155 votos (sobre 257 diputados) entre afirmativos, negativos y abstenciones. Pero entonces, ¿Dónde estaban los otros 102 diputados? Una buena parte, los del FpV estaban parados al lado de sus bancas resistiendo estoicamente la traición de los opositores funcionales al PRO y el resto de vacaciones.

Volvamos a los fríos números: El bloque del FpV cuenta con 72 diputados, es la herencia de Cristina que aún conservamos, si la matemática no cambió, 23 + 72 = 95 vs 88, listo Calixto, ganábamos. Pero pará, que hay como 15 que están de vacaciones, son 57, uhhh… bue, veamos 23 + 57 estoicos: 80 vs 88, perdimos, que cagada, hubieran vuelto antes de las vacaciones

coño!.. pero, aguanta que parece que no es así, leamos el artículo 194 del reglamento de la Cámara:

“Mayoría necesaria para las sanciones: Para las resoluciones de la Cámara será necesaria la mayoría absoluta de los votos, salvo en los casos en que la Constitución o este reglamento exijan una mayoría determinada”.

Volvamos a hacer cuentas: que los 15 militantes revolucionarios del proyecto nacional sigan de vacaciones, 88 POSITIVOS 80 NEGATIVOS 44 ABSTENCIONES: TOTAL 212 VOTOS, MAYORÍA ABSOLUTA 107 VOTOS, se cae la sanción. Como dice Recalde, se votó con el culo… levantado del bloque K, lo que permitió la sanción de la ley.

Durante diversas sesiones y funcionamiento de comisiones el año pasado, el kirchnerismo en la Cámara de Diputados tuvo errores como este (parece que está de moda tenerlos), recuerdo cuando Recalde se sentó “sin querer” en su butaca del recinto para que llegaran a 129 presentes y dar quórum a una sesión complicada, o cuando una docena de diputados del FPV se confundieron y acompañaron el presupuesto macrista, o cuando Diana Contí boicoteó la aprobación del dictamen de comisiones por habilitación del tratamiento al consumo de cannabis medicinal “por confusión”, y podríamos estar todo el día citando agachadas y favores K a su enemigo consuetudinario macrista.

Pero como el Congreso Nacional es un ámbito estrictamente político, con negociaciones que implican en muchos casos acuerdos coyunturales. En definitiva, se trata de acuerdos propios de la política que no son inadecuados en sí mismos.

El problema se suscita cuando el alicaído espacio kirchnerista intenta sostener el apoyo de quienes con cierta ingenuidad siguen creyendo que son un proyecto liberador o diferente, genuino. Resulta que, para sostener el apoyo de ese espacio, entre los que se encuentran miles de jóvenes emocionados por el falso relato de su mística transformadora, o muchos compatriotas compungidos por el retorno neoliberal deben recurrir lisa y llanamente a la mentira, solo que ahora esa mentira está tan expuesta que les puede ocurrir exactamente lo contrario a lo que intentan, mostrarse como lo que realmente son.

* Alberto Vivanco es secretario parlamentario del bloque de Libres del Sur.