Con el paro que la CGT convocó para este jueves en contra de las políticas del Gobierno, el Congreso de la Nación permanece cerrado, aunque hay una mímina guardia de seguridad. Los tres gremios que agrupan a los trabajadores legislativos se plegaron a la medida de fuerza y vaciaron el Palacio y sus distintos anexos.

A la huelga general adhirió la Asociación del Personal Legislativo (APL), que comanda Norberto Di Próspero, integrante del MASA (Movimiento de Acción Sindical Argentino) junto a sindicalistas como Omar Viviani (Taxistas) y Sergio Sassia (Unión Ferroviaria).

La secretaria de Interior del gremio, Carmela Moreau, señaló sobre la medida de fuerza que “todos los que decimos representar los intereses de la clase trabajadora estamos obligados moralmente a acompañar el paro general. El creciente índice de desocupación, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores producto de la inflación, el tarifazo y las paritarias a la baja, son razones más que suficientes para pedirle al gobierno que revea su política económica y ponga un freno al deterioro de la calidad de vida de nuestros compatriotas”.

Para concluir, la dirigente gremial señaló “Si no hay respuesta al reclamo, con seguridad este no va a ser el último paro y el presidente tiene que ser consciente que el movimiento obrero cada vez que sea necesario va a hacerse oír en defensa de sus derechos”.

También se sumaron al paro ATE Congreso, cuyo secretario general es Claudio Britos, y UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación), que conduce Martín Roig. Este último gremio lanzó pancartas y volantes con las consignas del paro.

“Paramos para cambiar esta realidad social cada vez más injusta; para que dejen de crear pobreza con decisiones políticas irresponsables; para que no sigan destruyendo la industria nacional a través de importaciones; para que cesen los despidos y suspensiones en la actividad fabril; contra la flexibilización laboral y en defensa de los convenios colectivos de trabajo”, enumera UPCN, entre otros reclamos.