En el marco del Día Internacional de la Tierra, la diputada nacional por Córdoba Brenda Austin (UCR) presentó el proyecto de ley nacional del árbol, cuya finalidad es la de promover la forestación en los márgenes de rutas, caminos y riberas nacionales.

“Necesitamos acciones proactivas para revertir el daño causado por el desmonte y la falta de políticas al respecto. La “ley del Árbol”, se plantea como un paso más en largo camino que debemos recorrer. Este es nuestro pequeño aporte”, comentó Austin sobre la propuesta.

La iniciativa presentada contribuye a recuperar los suelos y resalta la importancia del aporte que implican los bosques en nuestros ecosistemas. En tal sentido se propone la creación de la Red Nacional de Viveros Forestales y el Registro de Árboles Distinguidos, que en articulación con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el sistema científico tecnológico vienen a completar la propuesta.

Según indica el proyecto, se prevé la promoción de la forestación autóctona con especies nativas (arbóreas y arbustivas) y mecanismos de conservación y cuidado de los árboles.

“En Argentina queda menos del 30% de la cobertura de bosques que existía hace poco más de 100 años. Los gases que provocan el efecto invernadero que sobrecalienta el planeta, las inundaciones que afectan a gran parte de las provincias y la extinción de la flora y fauna autóctona, son sólo algunos de los problemas que surgen de la disminución de la biodiversidad”, explicó la parlamentaria y agregó: “La iniciativa será de particular importancia en provincias como la de Córdoba, que ha sufrido los efectos de la deforestación. El aumento de las inundaciones por la pérdida de capacidad de absorción de los suelos y el riesgo de la desertificación que ello trae aparejado, solo puede ser mitigado con una acción decidida de los Estados y el compromiso permanente de todas las personas”.

Entre los fundamentos de la propuesta se destaca el reconocimiento del Estado nacional sobre la importancia de los árboles y sus funciones como reguladores hídricos, conservadores de la biodiversidad, del suelo y la calidad del agua, fijadores de emisiones de gases con efecto invernadero, entre otras tantas cualidades.

“Recuperar el equilibrio dañado, respetar los presupuestos mínimos ambientales y crear mecanismos para promover la conciencia ambiental, son hoy herramientas indispensables para nuestra propia supervivencia”, concluyó la parlamentaria.