En el marco de su visita al país, el presidente italiano se presentará ante la Asamblea Legislativa desde las 12. La última reunión conjunta en Diputados para recibir a un mandatario fue en 2012, cuando concurrió Ollanta Humala. En tanto, en 2015, Evo Morales estuvo en el Senado.
“Será un gran paso a la institucionalidad y a las relaciones exteriores”. Así definió una diputada de Cambiemos a la visita que realizará al Congreso el presidente italiano, Sergio Mattarella, el próximo martes 9. Diputados y senadores recibirán desde las 12 al mandatario, quien visitará la Argentina para reunirse con Mauricio Macri y participar de distintas actividades con el fin de relanzar la relación bilateral entre ambos países.
Durante los últimos días, el oficialismo se jactó que con el nuevo gobierno se “reabrirá” el Parlamento para que, de forma más frecuente, se pueda homenajear a representantes internacionales, a diferencia -sostuvieron- de lo ocurrido en los años de kirchnerismo. Sin embargo, en el pasado más reciente, en julio de 2015 se presentó en el Senado el mandatario boliviano Evo Morales. En tanto, la última reunión conjunta en el recinto de la Cámara baja en la que se recibió a un presidente fue en 2012, cuando asistió el peruano Ollanta Humala.
En su paso por el Congreso, Morales pronunció un discurso de 4.113 palabras. En esa oportunidad, destacó la hospitalidad de los argentinos para con los bolivianos y las similitudes de los gobiernos de la región, enmarcados hasta ese momento bajo la visión de integración latinoamericana. Además, hizo mención a las transformaciones políticas en su país, elogió a Néstor y Cristina Kirchner y criticó a los Estados Unidos.
En otro tramo de su disertación, el presidente se refirió al Sumo Pontífice. “Gracias por parir un católico como el papa Francisco”, manifestó antes los legisladores argentinos y destacó las “enormes coincidencias sobre la madre tierra” o “sobre el sistema capitalista” entre el oficialismo boliviano y el papa.
La última Asamblea Legislativa registrada en Diputados para recibir a un mandatario fue la que protagonizó Ollanta Humala. Con un discurso de 919 palabras, arrancó su exposición con el error de llamar “senador” a Amado Boudou, por entonces vicepresidente y titular del Senado. “El Perú y la Argentina tienen una historia en común que marca el camino”, expresó el peruano, quien además manifestó su “solidaridad en el tema Malvinas”.
“En Latinoamérica estamos construyendo una región de paz, donde entendemos que los enemigos verdaderos son la desigualdad, la 
pobreza y la corrupción”, concluyó Humala durante la Asamblea, y tras firmar los libros de honor de ambas cámaras en el Salón Azul del Palacio Legislativo.
En el 2003, primer año de la era K, el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva trasmitió un mensaje ante diputados y senadores en el que destacó a Argentina y Brasil como “dos grandes naciones que estamos llamadas a desempeñar una tarea decisiva en el continente” e hizo hincapié en la unión de ambos países y la necesidad del fortalecimiento del Mercosur. Su alocución fue encendida, e interrumpida en varias oportunidades por aplausos de los legisladores. La reunión estuvo conducida por Daniel Scioli, presidente de la Cámara alta en ese momento.
También en 2003, estuvo en el Congreso el presidente de Chile, Ricardo Lagos. Al año siguiente, hizo lo propio el chino, Hu Jintao, quien viajó al país en el mes de noviembre. En marzo de 2006, la Asamblea Legislativa recibió a la chilena Michele Bachelet. Dos años después volvió a presentarse Lula en el mes de febrero, y en noviembre, el Congreso cerró el año con la visita del mexicano Felipe Calderón. Durante 2005 y 2007 no hubo encuentros de este tipo, así como tampoco durante 2009, 2010 y 2011.
Años más para atrás, en 1998, una de las visitas más recordadas fue la de Nelson Mandela, expresidente sudafricano. En esa ocasión, el fallecido dirigente exhortó a “fortalecer los vínculos” entre su país y la Argentina y propuso aunar esfuerzos “para el desarrollo, la paz y para un mundo mejor por mucho tiempo”. Fue ovacionado.
En 1990 se llevó a cabo la Asamblea Legislativa para recibir al mandatario norteamericano George Bush (padre). En su discurso, el presidente elogió fuertemente a Carlos Saúl Menem -jefe de Estado argentino en esa época- y a sus políticas de liberalización económica. Mencionó la “máxima prioridad” que otorgaba a su “Iniciativa para las Américas” como un paso previo para la integración continental en un área de libre comercio, y la fundamentó citando el Martín Fierro.
En esa asamblea el entonces diputado nacional Luis Zamora protagonizó un escándalo al querer pronunciarse contra la presencia del mandatario norteamericano. El titular del Senado, Eduardo Duhalde, le dijo que no correspondía el uso de la palabra y Zamora fue invitado a retirarse del recinto, cuando a viva voz le gritaba a Bush.
