Tras la detención y procesamiento del exjefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, un nuevo escándalo vuelve a salpicar a la flamante fuerza de seguridad; luego de que el jefe de los federales que fueron traspasados a la Ciudad a principios de 2016, Guillermo Calviño, fuese despedido por las constantes denuncias en su contra.

El legislador de Bien Común Gustavo Vera fue quien advirtió en diversas sesiones en la Legislatura porteña, acerca de la “irregular situación” de Calviño.

Cabe recordar que Calviño -a quien sus subordinados llamaban “el gitano” o “el viejo tiburón de la PFA”- fue el primer jefe policial elegido por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cuando se produjo el traspaso de los policías federales a la Ciudad. En este contexto, se traspasó la Superintendencia de Seguridad Metropolitana, la cual dependió del acusado durante un año.

Asimismo, las causas penales en curso y un “escrache” de efectivos en septiembre del año pasado en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) de la por entonces Policía Metropolitana le impidieron a Calviño asumir la jefatura de la Policía de la Ciudad; dado que no podía acceder al cargo, un funcionario cuestionado por la justicia y por sus propios subordinados.

En este sentido, cabe destacar que en 2016 Calviño fue citado a indagatoria al ser sospechado de “proteger policías corruptos, de haber protegido la fuga de un barra de Boca Juniors que se dedica al secuestro extorsivo y de haber liberado la zona en el Bajo Flores para un enfrentamiento armada entre la misma mafia de La Doce que terminó en un asesinato en el 2013”.