La Comisión de Industria y Comercio recibió a especialistas, quienes analizaron la posibilidad de que se concrete la construcción a partir de un acuerdo comercial con China.
La Comisión de Industria y Comercio del Senado, presidida por el senador Alfredo Luenzo (Chubut Somos Todos), llevó a cabo la primera de una serie de reuniones con especialistas técnicos y ambientalistas para debatir sobre la construcción de una central nuclear en la provincia de Río Negro, producto de los acuerdos comerciales entre el Gobierno nacional con China.
Para Luenzo se trata de “un debate muy sensible” ya que “los legisladores de la Patagonia estamos muy preocupados por esta situación, ante la falta de información de datos técnicos que nos pueden aliviar esa inquietud que ha generado la instalación de una planta nuclear en Río Negro”.
“Sabemos que hay opiniones distintas incluso dentro de la Patagonia argentina. Hemos escuchado las palabras de los gobernadores de Chubut y de Río Negro respectivamente, y hoy nosotros abrimos el debate que no tiene que ver con una cuestión de límites políticos, sino de preocupación que causa en la población patagónica”, agregó.
El legislador chubutense consideró que hay que analizar “si esto le genera algún beneficio a la región patagónica” y “si genera riesgos como ha pasado en otras partes del mundo”. “Antes de tomar una decisión queremos que la sociedad tenga toda la información posible y se puedan agotar todas las dudas respecto a este tema”, sostuvo.
A la comisión asistieron Verónica Garea, ingeniera nuclear y directora Ejecutiva de la Fundación INVAP, y Enrique Viale, integrante de la Asociación de Abogados Ambientalistas, quienes dieron su visión sobre la instalación de la central atómica.
Viale apuntó al “estricto secreto con el cual se está manejando este tema, tanto desde el gobierno provincial como nacional”. “Se supone que la instalación de la central nuclear sería en Sierra Grande, aunque aún se está evaluando el lugar, tendrían ocho lugares pero todo se maneja en un estricto secreto de la magnitud necesaria que sorprende a la población”, alertó y fustigó: “esta decisión se tomó de forma sorpresiva, intempestiva y de espadas a la población, sin ningún tipo de debate social previo”.
A su turno, Garea vertió una mirada científica y técnica y explicó que “la instalación de una planta nuclear requiere de ciertos requisitos técnicos. No es de una forma azarosa como se nos ocurre, hay un consenso a nivel mundial y, es una de las pocas actividades industriales que tiene consenso de acuerdo a sus procesos que se elaboran de manera colaborativa en el Centro Nacional de Energía Atómica que reúne a los países que tienen energía nuclear”.
“De esta manera -prosiguió- la selección arranca con una evaluación en general, se evalúa un número de sitios, siendo que hay muchas condiciones que los lugares tienen que reunir tales como tipo de suelo, características sísmicas pasando por disponibilidad de agua, cercanía a recursos naturales o a centros de alta densidad poblacional, etcétera”, añadió.
Y continuó: “esto no termina con la selección, sino que a partir de allí se requieren una obtención de permisos para comenzar a operar en el lugar. La legislación rionegrina es bien clara en el sentido que requiere de la evaluación de impacto ambiental y un proceso de audiencias públicas”.