La diputada nacional salió al cruce de la presentación que hizo el senador provincial en su contra argumentando que intentan coartar su libertad de expresión.
Denunciada por el senador provincial bonaerense Sebastián Galmarini por daño moral y lesión a su honor, la diputada nacional Elisa Carrió presentó una serie de pruebas documentales para reclamar el rechazo de la demanda presentada en su contra por el legislador massista.
Galmarini la demandó por un millón de pesos por haberla vinculado con el suspendido fiscal federal de San Isidro Julio Novo, quien está procesado por presunto encubrimiento de narcotraficantes. La misma demanda alcanza también a la abogada Mónica Frade.
El legislador provincial sostiene que Carrió “se ha dedicado a deshonrarme, a poner en tela de juicio mi buen nombre y honor relacionándome con oscuras operaciones de protección al narcotráfico en la zona norte del Gran Buenos Aires”. La demanda se tramita en el juzgado de Marcela Eiff.
Galmarini sostiene que las demandadas lo vincularon con el juez federal de San Isidro Diego Efraín Martínez, denunciado por supuesto entorpecimiento de la causa en la que se investiga el “triple crimen” de General Rodríguez, que tuvo como víctimas a Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón.
En su defensa, Elisa Carrió advirtió que una eventual condena en su contra representaría “una violación a la libertad de expresión, tutelada por nuestra Constitución Nacional”.
