El diputado radical Maximiliano Abad presentó un proyecto de ley que obliga a presentar renuncia al cargo que se ocupa en caso de ser candidato a cargo electivo.
El diputado Maximiliano Abad, integrante del bloque de Cambiemos, ingresó esta semana un proyecto de ley que obliga a los candidatos que estén ejerciendo un cargo electivo a presentar la renuncia ante el órgano correspondiente para que sea aceptada si es designado a través de los nuevos comicios.
El objetivo de Abad es terminar con lo que el mismo denominó: “el fraude de las candidaturas testimoniales, de dirigentes que especulan y manipulan la voluntad popular de modo vergonzoso”.
La iniciativa modifica la ley electoral bonaerense incluyendo en los requisitos para oficializar las listas que “los candidatos que se encuentren en ejercicio de cargos públicos electivos acompañen copia de la presentación ante el órgano que en su caso corresponda, de la manifestación expresa de renuncia condicionada al hecho de resultar electo al cargo que se postula”. Así también, prevé que la Junta Electoral, antes de proclamar y diplomar debe requerir el acta de aceptación de la renuncia al órgano respectivo.
“Debemos terminar con las candidaturas testimoniales para evitar que se siga defraudando al electorado ya que, lamentablemente, esta práctica se ha transformado en algo habitual. Lo inauguró el Frente para la Victoria en 2009, aprovechando un resquicio legal que no ayuda en nada a recuperar la confianza de la ciudadanía en la buena política”, sostuvo Abad.
El diputado de Cambiemos aseguró que “quien se postula tiene la obligación ética de asumir el cargo para el cual fue elegido debiendo renunciar a la función que venía ejerciendo antes de ser candidato” y, en consonancia con lo expresado por el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, expresó que las candidaturas testimoniales “son una mentira, un fraude a quienes emiten responsablemente su voto”.
Por último Abad instó a “seguir fortaleciendo el sistema político y electoral de la provincia de Buenos Aires, evitando candidaturas nominales presentadas con objetivos de arrastrar votos, plebiscitar una gestión o consolidar proyectos, pero no con el ánimo de asumir el cargo para el que fueron elegidos”.
