El abogado constitucionalista Félix Lonigro aclaró que la renuncia que están realizando algunos diputados a sus fueros no tiene sentido, por cuanto no es necesario que hagan esas presentaciones, sino que alcanza con que llegado el momento se pongan a disposición del juez.

Por el contrario, lo que hayan firmado ahora, si se da la circunstancia de que son requeridos por la Justicia, no sirve de nada pues continúan amparados por los fueros.

“No hace falta que renuncien a los fueros”, aclaró de entrada Lonigro al ser entrevistado este viernes en el programa Encendidos en la tarde, de Radio Mitre. El especialista en Derecho Constitucional puso como ejemplo el caso puntual de Julio De Vido, señalando que si el exministro tomara la decisión de ir ante el juez y ponerse a disposición del juez, “podría hacerlo tranquilamente”.

Lonigro aclaró que “la protección de los fueros no es de uno, sino de la banca que ocupa”, y precisó que “los fueros legislativos son un privilegio institucional en protección de la representación”. Pero ante la existencia de un delito y “la necesidad de salvaguardar su buen nombre y honor, nada mejor para el legislador que aclarar todo, ¿cómo le va a ser impedido? La realidad que uno se puede poner a disposición, pero no hace falta renunciar”.

El abogado explicó que el legislador puede “no usar el derecho de no ser arrestado”. Así, ante la decisión de un juez de condenar a alguien, lo que no puede hacer es arrestarlo, o llevarlo por la fuerza. Por eso, “como titular de la banca yo mismo me pongo a disposición del juez para que me arreste”, ejemplificó Lonigro, que insistió en que “el desafuero es para el caso de que el legislador se niegue y se ampare con los fueros”.

Ante el caso puntual expuesto por los legisladores de 1País, por ejemplo, el abogado señaló que “puede significar una sobreactuación política, porque no es necesario hacerlo (…) Se puede, pero no tiene sentido, ni importancia jurídica”.

En efecto, llegado el momento si vulneraran esa declaración, ¿cuál sería la sanción?, se preguntó, para responderse él mismo: “Ninguna. Ahí la cámara tendría que desaforarlo”.