Los movimientos de piezas dentro del gabinete del presidente Mauricio Marci comenzaron, con el anuncio del reemplazo de Oscar Aguad por Julio Martínez en la cartera de Defensa, aunque se redujo un ministerio, precisamente el de Comunicaciones.

Estas modificaciones que se vieron obligadas por el lanzamiento de funcionarios como candidatos a las próximas elecciones legislativas fueron vistas como el inicio de una tendencia que se va a profundizar antes de fin de año, tal como anticipó Parlamentario.com hace poco más de un mes.

“Esto se estuvo analizando mucho y se consideró que era el momento oportuno para empezar a mover algunas piezas, algunos cambios. Sin dudas que la estructura del Estado va a tener determinadas modificaciones en este año”, se limitó a decir un funcionario del Ministerio de Hacienda.

Indudablemente, uno de los temas que generan más preocupación en el Gobierno en este momento es la situación fiscal, ya que se admite que si bien este año habrá una reducción del déficit al 4,2 por ciento del PBI, los niveles de desequilibrios en las cuentas del Estado son insostenibles en el transcurso del tiempo.

El mismo funcionario de Hacienda lo explicó con claridad. “La Argentina en poco tiempo, no más de dos o tres años, debe tener o equilibrio fiscal o un déficit que se ubique por debajo del dos por ciento del PBI y para lograr esa meta sin dudas que se van a tener que hacer cambios paulatinos en los próximos dos años”, resaltó el funcionario.

En el Gobierno sostienen que la idea es continuar con el gradualismo después de las elecciones de octubre, y que desde el punto de vista fiscal se encarará una reforma tributaria conjuntamente con modificaciones en la estructura administrativa del Estado.

“Estas iniciativas hay que debatirlas y llevarlas adelante, porque de lo contrario, va a ser difícil que se puedan generar condiciones para lograr un aumento sustancial de las inversiones”, expresó otro funcionario del equipo económico.

Dentro del gabinete aseguran que lo fundamental es dar pasos importantes para generar confianza. Por lo pronto –aseguran- algunas decisiones se han adoptado como generar una cierta mejora en el tipo de cambio, minimizando los efectos de la misma sobre la inflación, y marcando el ritmo del dólar para que su cotización se mueva a partir de ahora entre 17 y 17,50 pesos.

El último ajuste del tipo de cambio quizás fue más rápido de lo que se preveía pero se resalta que el gradualismo es otro de los factores importantes para que impere en el medio local.