La legisladora nacional Norma Durango presentó en el Senado una iniciativa para que el Cuerpo cite “en el plazo improrrogable de diez días corridos desde aprobada la presente” al plenario conjunto de Comisiones al ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile, a los fines de que explique las razones que llevaron a autorizar la importación de carne porcina desde Estados Unidos y los resultados de las evaluaciones que se hubieran realizado sobre el impacto económico que podría ocurrir.

Además, la senadora requiere que se detalle la estrategia negociadora en lo que respecta a la proyección internacional de la industria porcina nacional, tanto a nivel extrarregional como intrarregional del Mercosur.

Durango advierte que “estamos importando carne porcina desde un país con problemas sanitarios, como lo es Estados Unidos”, y que tratan de justificar esta apertura irrestricta “con la urgencia de negociar asimétricamente un trueque que fuerce la introducción en ese mercado indebidamente clausurado para otros productos”.

Los productores argentinos de cerdo vienen creciendo y ganando competitividad a tasas aceleradas desde el año 2002. Entre 2009 y 2016 se duplicó la producción nacional en procura de sustituir importaciones mayormente de pulpa brasileña, por lo cual la legisladora entiende que la industria porcina “precisa fortalecerse para continuar creciendo y logrando escala para proyectarse en el mercado mundial”, aprovechando fuertes ventajas competitivas como el acceso inmediato a insumos alimenticios o la inexistencia de males endémico.

En tanto, Durango se expresó en contra de las recientes manifestaciones del ministro Buryaile que explicó que sólo “se busca importar 50 mil toneladas, cuando la producción argentina creció a 600 mil anuales”, y expresó que “no se trata de una cuestión cuantitativa sino de la posibilidad de contaminar y afectar a toda una producción nacional, siendo suficiente para ello la sola importación de carne porcina contaminada con virus PRRS en un simple contenedor de 20 toneladas”.