El radical Miguel Bazze propone que sea incorporado a la currícula en los niveles inicial, primario y secundario, y se capacite a los docentes.
El diputado nacional Miguel Bazze (UCR/Cambiemos) presentó un proyecto de ley para crear un “Programa Nacional de Educación sobre la Prevención de la Violencia”, que deberá ser incorporado a la currícula del sistema educativo argentino en los niveles inicial, primario y secundario.
El proyecto establece que el objeto es “preservar y garantizar” el derecho de todos los habitantes del país “a vivir sin violencia, propiciando desde la educación el cambio cultural necesario para reducir los elevados índices que en sus distintas formas y manifestaciones afectan al conjunto de nuestra sociedad”.
La iniciativa explica que este programa “surge de considerar al sistema educativo como instrumento fundamental en el proceso de formación de las personas con valores vinculados a la igualdad, a la tolerancia y contra todo tipo de discriminación” y “está destinado a orientar las prácticas educativas hacia la prevención de la violencia en general y de la violencia familiar y de género en particular, desde una perspectiva integral de respeto a los derechos humanos”.
La propuesta señala que el Ministerio de Educación deberá ser quien lleve adelante la inclusión curricular de este tema, la capacitación de los docentes y “realizar acciones educativas extracurriculares orientadas a formar a niños y adolescentes en la prevención contra todo tipo de violencia”.
En los fundamentos del proyecto se plantea que la propuesta “se trata de asumir el compromiso de generar acciones y desarrollar políticas concretas para avanzar en la conformación de una sociedad en la que cada uno pueda vivir plenamente sin sufrir las consecuencias negativas de las distintas formas en las que se presenta la violencia”.
“Los elevados niveles de agresión que padecemos representan un problema preocupante sobre el que es necesario trabajar desde distintos ámbitos para resolverlo. La educación es, en este sentido, un instrumento de gran importancia”, agrega.
Con esta ley también se pretende “instaurar un piso común de prácticas y contenidos de enseñanza que aporten a la prevención de la violencia, desde una perspectiva integral de respeto a los derechos humanos”.
“La familia y la escuela son las instituciones principales en lo que se refiere a la formación personal. Cuando la familia no alcanza a cumplir acabadamente con ese rol, la educación debe intensificar sus esfuerzos, de lo contrario el niño o el adolescente se encuentra en una situación de desprotección severa, pudiendo quedar expuesto a carencias que le impidan insertarse en la sociedad respetando a los demás, convirtiéndose al mismo tiempo en víctima y victimario a partir de sus actitudes violentas”, se expresa en la iniciativa.
