En un multitudinario acto realizado en Florencio Varela, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner inició formalmente su campaña para las elecciones de octubre criticando duramente al gobierno de Cambiemos, alertando sobre diversas “precarizaciones” que pretende impulsar esta administración y pidiendo “una oposición seria, firme y concreta”.

En un escenario que compartió con su compañero de lista, Jorge Taiana, los candidatos a diputados nacionales y los intendentes que la apoyan, Cristina habló de la carta abierta que difundió la semana pasada llamando al resto de la oposición a apoyarla en la provincia de Buenos Aires para frenar al Gobierno. Admitió que esa carta “disparó discusiones y reflexiones de dirigentes que por ahí no están en nuestro espacio”, y agradeció el apoyo que por ejemplo varios sindicalistas anticiparon hacia ella.

“Es necesario deponer diferencias, porque si hasta ahora tuvimos una primera fase del ajuste, se viene después de las elecciones de octubre el gran ajuste”, advirtió.

Como para dejar claro que en esta elección se define quién mete al tercer senador en la provincia de Buenos Aires, le dio protagonismo a Jorge Taiana, con el que se había distanciado al renunciar aquel como canciller de su gobierno. En este acto destacó la trayectoria que lo respalda, recordó que desde muy joven “sus compañeros lo llamaban 'El Canciller’, porque siempre ha tenido ese modo de articular, de consensuar”, y sugirió entonces que “todos tenemos que aprender un poco también de Jorge”.

Respecto de la pelea que tuvieron y que relativizó, aclaró que “después nos amigamos”.

Con relación al ajuste sobre el que alertó, habló de “precarización laboral, de los derechos y de las libertades”. Dijo que “ahora vienen por la precarización, que es algo más que malas condiciones de trabajo. La precarización es algo mas que un mal salario. La precarización es el temor, la inseguridad permanente de que te pueden sacar el trabajo y entonces aceptás cualquier condición que te pongan”-

Tras hacer hincapié en un joven que estuvo casi un mes detenido por haber amenazado en Twitter al presidente, puso en duda el término “democracia” para lo que está rigiendo. “Es democracia precarizada”, sugirió, advirtiendo que ella no quiere “ni trabajo precarizado ni democracia precarizada. Quiero trabajo genuino para los argentinos”.

Se refirió al caso Maldonado, reclamó que Mauricio Macri, como “presidente”, hable al país sobre ese hecho y expresó su deseo de “volver a vivir en un país donde democracia no sea solamente un ejercicio discursivo y donde trabajar no sea u privilegio sino un derecho”.

En otro pasaje respaldó a los estudiantes que toman colegios, reivindicando que puedan ejercer “su derecho a decidir qué colegio quieren” y “qué van a hacer cuando lleguen a quinto año”.