Se habían sucedido varios discursos sobre el proyecto de Responsabilidad Penal Empresaria. Todos muy técnicos y puntillosos, por cierto, dado que se trata de una iniciativa compleja que recibió numerosos cambios en el Senado. Así fue que llegó el turno del cordobés Ernesto Martínez, que en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales había sido […]
Se habían sucedido varios discursos sobre el proyecto de Responsabilidad Penal Empresaria. Todos muy técnicos y puntillosos, por cierto, dado que se trata de una iniciativa compleja que recibió numerosos cambios en el Senado. Así fue que llegó el turno del cordobés Ernesto Martínez, que en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales había sido el encargado de informar sobre la nueva redacción punto por punto.
“Indudablemente, estos temas de técnica penal son tediosos y aburridos”, arrancó el senador del Pro, y Federico Pinedo, quien presidía la sesión, lo interrumpió con humor: “No está obligado, señor senador, a aburrirnos. Puede ser breve y entretenido”. “Quedo habilitado a intentar ser entretenido. Gracias, presidente”, le respondió Martínez, y siguió: “No soy un cómico, pero voy a intentar justificar la ley con razones jurídicas y que no sean tan áridas como para que puedan ser escuchadas por todos…”