El senador nacional Roberto Basualdo se refirió al proyecto de ley de Cadena de Valor, de su autoría, que busca que se pague de forma equitativa al productor y a otros eslabones de la cadena de valor alimentaria, con el propósito de mejorar la rentabilidad de los productos primarios. Asimismo, apunta a que al consumidor los bienes le lleguen a un menor precio.

“Para mí esto es fundamental porque, por ejemplo, en Jáchal (San Juan) una bolsa de cebolla vale 25 pesos y en el mismo departamento un kilo de cebolla vale 10 pesos. Tenemos que tratar de que a los productores les paguen más y que el consumidor pague menos. O sea, esa brecha que está muy alta, que se achique. Si algo sale un peso y lo venden a 50, se tiene que explicar por qué se quedan con 49 pesos, para que el público lo conozca. No se puede llevar uno el 50 por ciento, otro el 40 y el productor el 10”, explicó el legislador.

Según indicó, con esta iniciativa se busca “desalentar las prácticas comerciales abusivas y desleales, propiciar la búsqueda de acuerdos de autorregulación y definir una política de Estado que posibilite el desarrollo homogéneo de los actores que integran el sector”.

Basualdo sostuvo que este proyecto fue presentado “a raíz de una charla que tuvimos con la gente de San Juan con el propósito de mejorar la rentabilidad de los productos primarios. Siempre estamos charlando con los vecinos para conocer sus necesidades y darles respuestas desde el Congreso”.

Además, adelantó que para analizar este tema está programada una visita de entusiastas franceses a las reuniones de comisión en la Cámara alta y señaló: “Hemos escuchado a distintos especialistas que han expuesto diversos casos de distintas partes del mundo. Hay que copiar lo bueno para mejorar la producción en nuestro país y generar más empleo”.

El sanjuanino explicó que “en el caso del sector vitivinícola, por muchos años fue aumentando el precio del vino y al productor no le llegaba ninguno de esos aumentos. Hace dos años tuvieron que dejar más de siete millones de kilos de uva en los parrales porque salía más caro la cosecha y el acarreo que el producto”.

Asimismo recordó que “en el sector tambero pasó algo similar, tuvieron que mandar las vacas lecheras a faena porque no les convenía tenerlas. Lo que nosotros queremos es que cuando los productos se incrementen en las góndolas, les llegue un porcentaje a los productores, al industrial, al distribuidor y al comerciante”.

“Es sabido que el sector agroalimentario tiene un carácter vulnerable y estratégico para la economía nacional. Por eso, el mantenimiento de su actividad productiva es esencial para evitar la desaparición del tejido económico y social de nuestra población de las zonas agrarias”, continuó.

Por último, el senador consideró que “la presencia de grandes grupos que concentran la distribución y la venta minorista de los productos, hace que éstos tengan un poder de negociación demasiado ventajoso frente a los productores y proveedores. Por otro lado, hay que tener en cuenta que nos encontramos frente a un mercado mundial menos regulado y menos protegido, al que debemos agregar una relación totalmente asimétrica entre el sector de la distribución, el agroindustrial y el de los productores primarios”.