La procuradora general dejará su cargo el próximo 31 de diciembre. En un carta dirigida al presidente Mauricio Macri expresó que su permanencia en el Ministerio Público Fiscal “redunda en decisiones que afectarán de manera sustancial la autonomía” del organismo.
La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, presentó su renuncia este lunes y dejará su cargo el próximo 31 de diciembre. Desde su asunción, el Gobierno nacional le había pedido en varias oportunidades que diera un paso al costado, sea a través de la renuncia o la licencia.
La gestión de la jefa de los fiscales fue altamente cuestionada por sus vínculos con el kirchnerismo, y las supuestas irregularidades en la designación y el traslado de fiscales. Además, el pasado 12 de octubre fue procesada por el delito de administración fraudulenta en la compra de un edificio para la Procuración.
“Estoy persuadida de que mi permanencia en el cargo redunda en decisiones que afectarán de manera sustancial la autonomía del Ministerio Público Fiscal”, expresó Gils Carbó a través de una carta que le envió a Mauricio Macri, y en referencia a una de las reformas que anunciaría el presidente este mediodía para modificar el mecanismo de remoción establecido en la Ley de Ministerio Público.
Tras el fallo de primera instancia del juez Pablo Cayssials, que avaló la posibilidad de destituir a la procuradora sin necesidad de juicio político, en el oficialismo remontó la propuesta para que la norma sea reformada.
En la misiva, la procuradora -que ocupa este cargo desde 2012- afirmó que ha “trabajado incansablemente para consolidar el mandato de los constituyentes al jerarquizar esta institución como una autoridad de la Nación independiente y autónoma, condiciones fundamentales de las que derivan su fortaleza, objetividad y eficiencia”.
Agregó que “las mismas razones que inspiraron mi accionar durante veinte años en la institución y más de treinta en el servicio de administración de justicia motivan hoy mi alejamiento de una gestión, en la cual he profundizado la transformación del Ministerio Público Fiscal para colocarlo a la altura de los tiempos y de las demandas sociales en materia de política criminal, con perspectiva de derechos humanos y acceso universal a la justicia”.
Por último, Gils Carbó sostuvo: “Con la esperanza de que esta decisión disuada reformas que, amén del debilitamiento señalado, rompan el equilibrio señalado, rompan el equilibrio que debe regir el sistema de administración de justicia, doy por finalizada mi labor en el Ministerio Público Fiscal”.