El jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, defendió este miércoles el proyecto de la nueva ley de Defensa de la Competencia y aseguró que “la cartelización es la enfermedad que termina ahogando al consumidor”.

Autor del proyecto que unificó junto a la iniciativa presentada por Elisa Carrió, el radical adelantó que el oficialismo aceptaría las modificaciones requeridas por la oposición y sostuvo que la norma será de “enorme significación”.

Reconoció que su proyecto se basó en una propuesta que había presentado anteriormente el exdiputado -hoy electo- Martín Lousteau, y reiteró “la importancia de esta norma para el presente y futuro del país”.

Consideró que la norma será un “aporte sustancial a la transparencia de los mercados; va a contribuir a la integridad de la Nación; y va a buscar terminar con la cartelización, que es la peor enfermedad que termina ahogando al consumidor”.

El cordobés también afirmó que “viene en defensa de las PyMEs” y aclaró: “No es una ley que vaya a resolver el problema de la inflación”. “Su naturaleza es otra, contempla algo que se nos está pasando por encima, que es el desarrollo de la innovación como resultado de la revolución tecnológica que perfora los mercados”, explicó.

Negri indicó que la ley no sólo apuntará a la cartelización “clásica” de la obra pública, sino a “otras muchos más sensibles” como el caso de los medicamentos, que “ocurrió en varias provincias”.

“La regla es la competencia, pero la competencia tiene como regla la lealtad y la competencia, no el fraude ni la concentración”, continuó.

Señaló que la ley actual “nunca pudo ser aplicada” y “se fue desnaturalizando”. “En 2014, desgraciadamente, con la sanción de la nueva ley de Abastecimiento se derogaron atribuciones del tribunal y se las traspasaron en forma discrecional a (Guillermo) Moreno”, recordó.

Sobre la iniciativa, manifestó que prevé “fuertes sanciones para las posiciones dominantes”. Ante las críticas del kirchnerista Juan Cabandié, sostuvo que el “Programa de Clemencia” es “imprescindible” y “no porque esté de moda”.

Respecto de las competencias del Tribunal dijo que “no es que sea civil”, sino que va a tratar “infracciones” y que, sin dudas, en caso de derivar en ilícitos los casos pasarán a la justicia penal.

“Es un paso gigantesco que va a estar por encima de quien esté gobernando circunstancialmente”, concluyó y abogó por que el Senado le dé sanción definitiva “antes de que termine el año”.