“Si logramos volumen en la marcha del miércoles, podemos frenar la reforma laboral”, anticipó el sindicalista Sergio Palazzo al apostar a la movilización para oponerse a los proyectos del Gobierno. Calificó a la actual conducción cegetista de “entreguista” y aseguró que en la reforma laboral “no hay nada de ganancia para los trabajadores”.

Muy duro con la CGT, comparó la situación actual con lo vivido en los 90, “con una CGT entreguista y una fracción en rebeldía que no aceptaba lo que se daba”.

Con relación a la movilización prevista para el miércoles al Parlamento, para oponerse a las iniciativas del Gobierno, anticipó que “si logramos volumen en la cantidad de compañeros que nos acompañen en la marcha, es probable que logremos frenar la reforma laboral”.

En declaraciones a Radio Con Vos (FM 89.9), Palazzo anticipó que “diciembre va a ser un mes muy movido. Esta va a ser la primera marcha. Seguiremos movilizando”.

Socio en esta coyuntura de Pablo Moyano, con el que marchará el miércoles, expresó que le alcanza con que Hugo Moyano “no desautorice lo que dice su hijo” y sostuvo que “la expresión de rebeldía hoy es la Corriente Federal de los Trabajadores”.

A su juicio, “este gobierno, en definitiva, vino a recuperar el empoderamiento que los sectores empresarios habían perdido”, y cuestionó a la conducción cegetista al asegurar que “al triunvirato le faltó un programa y la voluntad de enfrentar a este Gobierno”.

Con relación a la reforma laboral propiamente dicha, sostuvo que en el proyecto “no hay nada de ganancia para los trabajadores, se pierden derechos”. Asimismo expresó sus dudas de “si tratarlo después del 10 de diciembre no tiene que ver con el cambio de diputados en la Comisión de Trabajo”.

“La oposición no encuentra una uniformidad en el criterio para enfrentar estas políticas y muchas veces termina siendo funcional”, alertó el titular de La Bancaria, para quien “el peronismo no termina de definir si su agenda va a estar en función de los trabajadores y jubilados, o al servicio de su interna”.

Por otra parte, sostuvo que “a los que tienen trabajadores en negro les condonan la deuda de años de no hacer aportes, y al trabajador sólo le van a reconocer 50 meses”, y se quejó porque “los monotributistas, con la reforma laboral, no van a poder demostrar la relación de dependencia encubierta y no van a poder reclamar sus derechos”.

Asimismo sostuvo que “uno de los peores aspectos de la reforma es la destrucción de la irrenunciabilidad de derechos”.