Con una exposición breve y a nivel general, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, defendió el proyecto de ley de reforma tributaria que el Gobierno acordó con buena parte de los gobernadores, y enfatizó que el déficit fiscal “todavía es muy elevado”.

Al exponer ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda, que se constituyó este mismo lunes, el funcionario consideró que “necesitamos continuar avanzando con reformas que permitan el crecimiento de Argentina por muchos años”.

Para el titular de la cartera económica es “crucial” que el nuevo sistema tributario sea “sustentable” y “equitativo”, para “generar empleo de calidad”. “La Argentina todavía tiene un déficit fiscal muy elevado”, resaltó y subrayó que es “fundamental” la “gradualidad” de la reforma.

Dujovne pronosticó que en la medida que se vaya implementando, “aumentará el crecimiento” y se “reducirá la evasión”. “Debemos ser graduales en la implementación y además responsables cuando discutamos la misma”, dijo y, en ese sentido, señaló que al plantearse modificaciones “siempre van a tener que ir en sentido de propender a una mayor equidad y eficiencia”.

“Hoy la Argentina tiene un nivel récord de impuestos distorsivos”, expresó el ministro, que afirmó que uno de los objetivos centrales del proyecto es “eliminar las distorsiones” que “impiden que podamos competir en igualdad con otros países”.

En esta línea, apuntó que Argentina “es uno de los pocos países del mundo que no gravaba la renta financiera”, cuando “ningún país exime las rentas generadas por las inversiones financieras”. Por eso, ponderó que esta propuesta “ocupa un rol fundamental no solo por el aspecto recaudatorio, sino porque propende a una mayor equidad”.

El funcionario también destacó la “creación de un mínimo no imponible para las contribuciones patronales” que ayudará a la “lucha contra la evasión, facilitando la creación de empleo de calidad”; y la devolución del IVA en seis meses, punto que “le va a facilitar la vida a los emprendedores y empresarios”.

En otro tramo de su exposición, remarcó que “estamos reordenando el esquema por el cual se cobran los impuestos internos”, y ejemplificó con la suba que tendrán las bebidas azucaradas. Asimismo, habló de la modificación en el impuesto a los combustibles, “bajo la premisa de que tenemos que luchar contra el cambio climático”.

Calificó al llamado Impuesto al Cheque como “otro de los grandes impuestos distorsivos en la Argentina” y “uno de los más nocivos”, que genera “enormes incentivos al crecimiento de la economía informal” que “nos condena a tener un sistema financiero más pequeño”. Por eso, destacó la propuesta de “gradualmente ir convirtiéndolo en un pago a cuentas de ganancias de 20 por ciento por año”.

Dujovne además hizo mención al Pacto Fiscal acordado con 23 de las 24 provincias y, tras una consulta del massista Marco Lavagna, aseguró que “el costo de la reforma cae esencialmente sobre la Nación, las provincias no tienen pérdidas de recursos”. Y señaló que el impacto que tendrá será de “un punto y medio estático del PBI”.

Al momento de las preguntas, el flamante vicepresidente primero de la comisión, Diego Bossio (Justicialista), dijo que “estamos de acuerdo” con la reforma pero “creemos que tiene que haber modificaciones”. “Vamos a plantear la defensa de algunas cuestiones regionales”, adelantó, al tiempo que valoró la “innovación” de gravar la renta financiera, aunque pidió que “la excepción a extranjeros debe ser acotada”.

Por otra parte, Bossio consideró como un “retroceso” que se haya modificado la propuesta original respecto de los impuestos internos a cervezas, que iba a pasar del 8 al 17%. “Haber retrocedido en materia de cerveza no es conveniente. Hoy un litro de cerveza vale lo mismo que un litro de leche”. Luego, Dujovne justificó que al mantener a tasa cero el vino, “quedaba totalmente desproporcionada la relación” entre esas bebidas.

A su turno, el kirchnerista Axel Kicillof sostuvo que el tiempo de análisis de la reforma tributaria “no es suficiente”. Al decir que “no” existieron reuniones previas con el ministro y funcionarios del Ejecutivo, para tratar el tema, Dujovne lo cruzó: “Estuvimos con vos en mi despacho”. Pero el exministro de Economía retrucó que en ese encuentro todavía “no teníamos un proyecto”.

Para el diputado del FpV-PJ, la iniciativa requiere de “una discusión extensa” porque se trata de “temas arduos” y “hoy no contamos con los números y datos finos; de cuánto se pretende ahorrar con cada uno de los impuestos”. Además, dijo que hay una “abierta contradicción con otros objetivos y compromisos del Gobierno”.

Kicillof resaltó que la reforma tributaria diseñada por el Ejecutivo “tiene un sesgo a favor de la rentabilidad empresaria, con especial énfasis en las grandes empresas y las radicadas en el centro del país”. También cuestionó que “bajar las contribuciones patronales no crea empleo”.