En la sesión extraordinaria de este viernes, la legisladora del PTS Myriam Bregman hizo uso de unan cuestión de privilegio para cuestionar al oficialismo por haberla abucheado -el pasado 5 de diciembre- cuando prestó juramento y criticó duramente al Gobierno por los hechos de violencia ocurridos esta semana durante el debate de la reforma previsional en la inmediaciones del Congreso.

Al momento de su juramento Bregman había asegurado que asumía su banca “por la lucha de los trabajadores, de las mujeres y los pueblos oprimidos del mundo, por continuar con la lucha contra la impunidad de los empresarios que organizaron y se beneficiaron con el golpe cívico militar, por Rafael Nahuel y Santiago Maldonado, por terminar la barbarie capitalista”, lo que provocó los silbidos y gritos de los presentes.

En este sentido, la diputada explicó que “lo que parecía barra brava, un poco macrista, que le molestaba nuestro juramento, se transformó en una política oficial: el jueves 14 fuimos agredidos, gaseados, golpeados” y señaló que “se que no les importa que le peguen al pueblo movilizado; sé que no les importa que nos tiren gases en la cara, pero como mínimo cumplan la formalidad de escuchar cuando estamos expresando una cuestión tan grave”.

“Es hipócrita que los que mantienen a Patricia Bullrich, que ya tiene dos muertes, nos hablen de violencia”, afirmó y aseveró que “violencia es la que recibió Daniel Sandoval, el docente que perdió un ojo; violencia es la que recibió Horacio Ramos, de la CTEP, que también perdió un ojo; violencia es la que recibió Roberto Álvarez, un compañero jubilado del Partido Obrero, que perdió un ojo”.

Finalmente, sentenció que “no nos van a amedrentar, vamos a seguir enfrentando a este Gobierno que hambrea y ajusta, y vamos a seguir estando junto a los que luchan”.