Fundamentalmente desde el kirchnerismo salieron a respaldar al exmandatario y entre otras cosas advirtieron que “sin Lula no hay democracia”.
El kirchnerismo hizo punta al reaccionar con dureza contra la condena de los jueces contra Lula da Silva, al ratificar este miércoles el fallo que oportunamente impuso el juez Moro.
El jefe del bloque FpV-PJ, Agustín Rossi, señaló a través de Twitter que “estamos junto a Lula da Silva y todo el pueblo brasileño en esta embestida corporativa de la derecha que busca inhabilitar la candidatura presidencial de un constructor de la Patria Grande y la igualdad social”.
El exministro de Economía Axel Kicillof advirtió por su parte que “una ola autoritaria recorre Latinoamérica, con los mismos métodos. A @LulapeloBrasil lo condenan sin pruebas para que gobierne el neoliberalismo. Nuestro apoyo al pueblo de Brasil. Sin Lula no hay democracia”.
Por su parte, el diputado Daniel Filmus se solidarizó con el pueblo brasileño “ante la injusta proscripción a Lula”. Señaló que “en el contexto de una ofensiva generalizada de utilización del aparato judicial para perseguir a los movimientos progresistas, nacionales y populares en la región, el caso de Brasil es el más grave”. Luego advirtió que todo comenzó “con el derrocamiento sin ninguna causa de corrupción de la presidenta Dilma Rousseff y se complementa con la proscripción del candidato con mayor intención de voto para las próximas elecciones: Luiz Inácio Lula da Silva”.
El radical kirchnerista Leopoldo Moreau remitió a leer una nota titulada “Un castigo a los trabajadores del mundo”, del historiador inglés Eric Hobsbawm, que considera “imperdible”, por explicar “la raiz del porque de la proscripcion de Lula que el imperio y la derecha conservadora pretende extender a todos los lideres populares de latinoamerica”.
Fuera del kirchnerismo, la legisladora porteña de izquierda Myriam Bregman repudió “enérgicamente” el fallo condenatorio a Lula. “Esto lo decimos siendo desde la izquierda opositores a Lula y su partido por tener responsabilidad política en todo el desarrollo de los acontecimientos y el avance de la derecha, empezando porque han gobernado con ella”. Agregó además que la condena a Lula “es la continuidad del golpe institucional que destituyó a Dilma y ahora quiere evitar que los trabajadores y el pueblo de Brasil decidan ellos a quien pueden votar y a quien no. Jueces que nadie eligió ni votó”.
Por su parte, el amigo del papa Juan Grabois, sostuvo que “la condena a Lula es un golpe de estado preventivo contra el pueblo de Brasil y la Patria Grande. No es casual la aplicación sistemática del mísmo modus operandi en toda latinoamérica”.
