El legislador porteño de Mejor Ciudad dialogó con parlamentario.com y se mostró a favor de las modificaciones en el sistema educativo; sin embargo, aseguró que es necesario que se de una discusión en profundidad. Además, cuestionó duramente al Gobierno de la Ciudad al afirmar que “tiran títulos fuertes pero sin contenido por detrás”.
Tras un año de transición profesional en el que decidió romper filas con la líder de Confianza Pública, Graciela Ocaña, y formar el monobloque Mejor Ciudad para seguir formando parte Evolución -el espacio conducido por el exembajador Martín Lousteau-, el legislador porteño Marcelo Depierro dialogó con parlamentario.com y analizó los debates más importantes que se darán en la Legislatura durante este año.
En ese sentido y pese a que se mostró a favor de las modificaciones en el área de educación, Depierro cuestionó duramente al Gobierno porteño al sostener que “se le complica plasmar en el terreno las ideas, si uno se fija son todos títulos pero cuando uno mira adentro no hay contenido, como ocurre con la secundaria del futuro”.
-Uno de los grandes debates que se darán este año en la Legislatura es la reforma educativa. ¿Considera que es una medida necesaria?
-Sí, nos debemos como ciudad una reforma educativa, pero una reforma integral. Una gran deuda que tiene la Ciudad de Buenos Aires desde su autonomía es que no tiene una ley de educación propia. Estamos empezando a discutir por el final, con respecto a lo que es la capacitación de los docentes y la nueva secundaria del futuro, cuando todavía no nos dimos una estructura sobre cómo queremos que sea la educación en nuestra ciudad.
Nosotros desde el bloque Suma+ presentamos un proyecto de ley en este sentido, con la intención de generar el debate porque pensamos que las normativas están para trabajarlas y pensarlas entre todos. Antes de ponernos a hablar de la nueva secundaria o de los centros de formación docente -que son cosas en las que nosotros creemos que se deben hacer modificaciones-, nos parece que tenemos que tener una ley de educación acorde con el siglo XXI.
-¿Cómo sería una ley de educación acorde al siglo XXI?
-Básicamente hay que organizar toda la currícula; como tendrían que estar compuestos los cursos; la integración de los alumnos, docentes y padres en la conformación de políticas públicas. Una de las grandes discusiones que se dio en torno a la secundaria del futuro es que no hubo ningún tipo de discusión, y eso es cierto, ya que ni nosotros como diputados pudimos acceder a los preceptos básicos que estaba buscando el Pro a través de esta modificación. Nosotros pensamos que la Legislatura, más allá de que nosotros no podemos como legisladores regular algo tan dinámico como el proceso educativo, es el espacio apropiado para que todas las partes vengan y se expresen. Acá van a encontrar la voluntad de todos los bloques para poder discutir acerca de la educación, el problema es que es una discusión que no se está dando por parte del Poder Ejecutivo.
-Uno de los mayores reclamos por parte de los jóvenes y de los centros de estudiantes es la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas, ¿cuál es su opinión al respecto?
-Es que aparte de ser necesario es obligatorio, ya hay una ley que dice que se tiene que hacer. A nosotros nos está pasando lo mismo con una ley que votó la Legislatura en diciembre del 2016, que fue de mi autoría pero que contó con el apoyo de todos los bloques, que fue la de prevención del ciberacoso a menores de edad. Todavía no logramos que el Ejecutivo porteño la reglamente y la implemente. Cada vez que vienen los funcionarios -ya sea el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, o la ministra de Educación, Soledad Acuña- no dan respuestas; uno habló de noviazgos violentos y el otro de grooming, que son dos problemáticas totalmente diferentes.
Entiendo la postura de los chicos porque es algo necesario, la ley ya establece que todo lo que sea orientación y educación sexual se debe brindar de acuerdo a la madurez de cada etapa. Nadie le va a hablar a un chico de segundo grado de todo el sistema reproductivo ni de sexo seguro, hay que ir acompañando el crecimiento y la maduración de los chicos con el contenido. Esta es otra de las deudas que tiene la Ciudad y que la lleva desde hace años.
-Mencionó que la ley sobre ciberacoso sigue sin implementarse. ¿Por qué cree que sucede esa situación?
-Creo que ocurre la misma situación que con la educación sexual y con muchos otros temas que están dando vueltas en el Ejecutivo. Lo que ocurre es que muchas veces al Ejecutivo se le complica plasmar en el terreno las ideas; si uno se fija son todos títulos pero cuando uno mira adentro no hay contenido, como ocurre con la secundaria del futuro.
En este caso la ley pedía la participación de los docentes, de los padres y los alumnos. Una de las cosas que se cayó de la ley es que la capacitación de los docentes -al respecto de ese problema- les sumara puntaje para su carrera. Lo que nos dijo el Ministerio de Educación, y que nosotros lo aceptamos, es que eso dependía de una negociación con los gremios. Sin embargo, no se hizo la capacitación a los docentes y ni siquiera están los cursos.
Entonces lo que se ve del Ejecutivo es que tiran muchas ideas fuertes pero que quedan en el título, como ocurrió con la desaparición de los institutos docentes y la creación de una universidad. Cuando se empieza a pedir informes o a requerir algún tipo de información, te das cuenta que detrás no hay nada. Eso es una trabaja muy importante para la gestión, no se puede asumir compromisos si no están preparados para llevarlos adelante.
-Otro de los debates importantes será la creación de un nuevo código de Planeamiento Urbano, ¿qué aspectos cree que son necesarios modificar?
-El Código de Planeamiento Urbano, como tantas leyes que hay a nivel nacional, es algo que tiene muchísimos años y demasiados remiendos; actualmente es todo una excepción porque de alguna u otra forma todo lo que se emprende requiere de modificaciones al código. En el mismo sentido que la reforma educativa, son cosas que tenemos que discutir con tiempo porque no son leyes que podamos sacar en dos meses, van a marcar la fisonomía de la Ciudad de acá a 40 o 50 años.
Estamos en una Ciudad que no tenemos lugar para crecer, está muy acotado el ámbito y los espacios verdes son cada vez menos. Entonces el debate se tiene que centrar en cómo vamos a proteger lo que ya tenemos y cómo vamos a cuidar la identidad de los barrios que todavía existen en el distrito.
Puntualmente, hay uno de los temas que se estuvo hablando y es la posibilidad de compensar metros cuadrados que no se construían en otro lado. Es decir que si por el Factor de Ocupación Total (FOT) -es la superficie cubierta total edificable- tu propiedad daba para construir 300 metros cuadrados pero construís 150 metros, le podes vender a una empresa esos metros que te quedan para que construya en otro lado.
Hay barrios que están totalmente colapsados como Belgrano y Caballito, entonces ¿cómo haces para evitar generar una mayor brecha entre los barrios del sur -donde la inversión inmobiliaria no llega- y los del norte -donde no hay posibilidad de seguir creciendo-?
-¿Cree que el hecho de que Vamos Juntos tenga mayoría propia puede afectar las discusiones en el recinto?
-Vamos Juntos tiene mayoría propia para algunas cosas y para otras no. Estimo que el vicepresidente primero de la Casa, Francisco Quintana, y el jefe del bloque oficialista, Agustín Forchieri, van a tener el criterio como para que las leyes que pueden sacar ellos con el apoyo de sus diputados sean -de todas maneras- consensuadas y discutidas con la oposición. Sino vamos a llegar a un punto de traba donde las leyes de 31 votos van a salir por su voluntad, mientras que las de 40 votos se van a terminar trabando.
Además hay algo que hace particular a esta Legislatura es que -desde las elecciones del año pasado- las fuerzas que están representadas están medianamente agrupadas: hay un bloque importante del oficialismo que agrupa a la Pro, CC ARI y Confianza Pública; los diputados de izquierda con el PTS, PO y AyL; tenes a Unidad Ciudadana y Bloque Peronista; está Evolución con Suma+, PS y Mejor Ciudad; y el GEN. Ya no está esa cosa de los 17 bloques, con los cuales siempre construían mayorías.
Por un lado el Pro tiene la ventaja, por primera vez, de tener un número importante de diputados y por el otro se le alejaron las leyes de 40 votos. Estimo que van a seguir consensuando con la oposición las leyes que ellos saben que pueden votar, en post de las leyes que van a requerir del apoyo de los sectores opositores.
-¿Qué iniciativas tiene pensado impulsar este año?
-Voy a seguir trabajando fuerte con lo que es política ambiental. Una de las comisiones que me interesaría integrar es la de Justicia por una cuestión profesional, yo soy abogado y este año espero que se dé el traspaso de todas las competencias que fuimos votando pero que todavía requieren de la ratificación del Congreso. Calculo que el 2018 va a ser fundacional con respecto a la justicia de la Ciudad, vamos a pasar de un fuero netamente contravencional y de faltas a tener fuero de defensa al consumidor, traspaso de delitos y -si hay voluntad política mediante- la justicia civil.
-¿Qué otras comisiones le interesaría integrar?
-Presidí estos años las Comisión Especial de Transformación del Ecoparque y espero poder seguir integrándola, todavía está pendiente porque es un plan que seguirá hasta 2023. También quiero seguir en la Comisión de Presupuesto, estuve trabajando ahí estos dos últimos años y me interesa. Por otra parte me gustaría seguir trabajando con Ambiente ya que fue una en las que más me involucre.