El abogado del endoscopista de Débora Pérez Volpin, Isaac Churba, aseguró que su defendido, Marcelo Bialolenkier, estuvo en shock los primeros días después del deceso de la periodista, razón por la cual estuvo en silencio y buscando un letrado para ejercer su defensa. Aseguró que el gastroenterólogo está seguro de haber hecho las cosas bien y que no ha vuelto a trabajar por la conmoción que le generó lo sucedido.

“No hay ninguna medida del sanatorio que le impida ir a trabajar”, aclaró el abogado, quien señaló que Débora Pérez Volpin no estaba “sana” cuando fue sometida a los estudios en cuyo marco falleció.

Aclaró que “la endoscopía duró 5 minutos”, porque en ese momento aparecieron las complicaciones y se hicieron cargo las personas que trataron de reanimar a la legisladora. Asimismo señaló que “las posibilidades de daño con el endoscopio son mínimas”, y estimó que Pérez Volpin “tenía una patología abdominal”.

Justificó que no se hubieran tomado imágenes del estudio, porque normalmente así se hace, hasta que llega el momento de tomar imágenes del examen, propiamente dicho. Sin embargo, no se alcanzó a llegar a esa instancia.

“Lo que se diga, hasta hoy, son conjeturas”, remarcó el doctor Churba.