La diputada nacional Cornelia Schmidt-Liermann y la senadora nacional por Neuquén Lucila Crexell, y el sector de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (MECAME) organizaron el “Encuentro de Mujeres Empresarias”, en el marco del Día Internacional de la Mujer y el 10° aniversario de MECAME. El mismo se realizó en el Salón de las Provincias del Honorable Senado de la Nación y contó con la presencia de más de 100 mujeres empresarias.

“Un reconocimiento de la mujer como motor económico y social de la sociedad, la necesidad de que aquellas mujeres que están en situación acomodada que no trabajan y que no están involucradas en lo social, se involucren. Hay una obligación ética de las mujeres argentina, de ayudar a combatir el treinta porcino de pobreza. Si cada mujer pudiera ayudar a otra creo que lograríamos una red de contención muy productiva”, comentó la diputada Schmidt-Liermann.

“Esta agenda de la mujer que tenemos hoy, en el año 2018, significa dar poder y voz a esa lucha de tantas personas. Hemos incrementado considerablemente la participación en el mercado laboral, en los ámbitos universitarios, y sin embargo seguimos postergadas en lo que refiera a la igualdad en el salario laboral y en el resto de las condiciones”, señaló por su parte la senadora Crexell.

Durante la jornada se entregaron reconocimientos a mujeres que destacan en trabajos u oficios no tradicionales, como aviadoras civiles o maquinistas de subte.

También hubo reconocimientos a empresas cuyas acciones de RSE contemplan programas para la mujer. Hubo una distinción especial para Mandinga Tatto, cuyo dueño realiza en forma gratuita tatuajes artísticos que reconstruyen la aureola mamaria a mujeres que padecieron cáncer. También recibieron sus distinciones las Mujeres Empresarias del año.

Por otro lado, MECAME, con Damián Di Pace como orador, presentó el Informe de situación económica-social de la mujer en la Argentina y el impacto del “Impuesto Rosa”.

Luisa Quiroga, pilota de avión; Paola Díaz, minera; y Roxana Centurión, conductora de subtes fueron distinguidas por animarse a incursionar y desarrollar sus carreras laborales en oficios no tradicionales.

En el Salón de las Provincias del Congreso también participaron las senadoras Cristina Fiore Viñuales, el diputado Marcelo Wechsler, y la directora del Observatorio de Derecho Humanos del Senado, Norma Morandini.

“Tenemos alrededor de 200 mil mujeres universitarias que no trabajan y no hacen ningún aporte social y esto en una Argentina que se hace llamar fraterna no puede ocurrir. Por ello, debemos llamar a la concientización en cuanto a que podamos serlo mas con otras mujeres en situación más vulnerable”, aseveró la diputada y agregó: “El gran impenetrable sigue siendo la AFA, así que sería muy bueno ver como podemos hacer para que las mujeres también lleguen a puestos directivos de la Asociación de Fútbol Argentino, para lo cual tiene que pasar antes por comisiones directivas de los clubes”, concluyó Liermann.

A su vez, Crexell destacó que “gracias al cupo femenino hoy somos muchas mujeres las que podemos estar en el Congreso; y es una responsabilidad enorme porque representamos a todas aquellas mujeres que tal vez no tienen esa posibilidad de estar. Es nuestra obligación seguir adelante con esta agenda y remover aquellos obstáculos para que la mujer sienta que tiene las oportunidades de elegir aquello que le permita realizarse en sus expectativas”.

El informe de CAME

Durante el evento, CAME dio a conocer una encuesta realizada a 2.600 personas, que arrojó como resultado que el 74% entiende que en el país no existen las mismas oportunidades laborales para las mujeres en relación a los hombres, mientras que el 78% considera que hay diferencias para acceder a niveles jerárquicos.

En América Latina, el 20% de los puestos directivos están ocupados por mujeres y el 48% de las empresas no cuentan con ellas para la alta dirección En Argentina la proporción de empresas en las que el género femenino no participa en puestos gerenciales tocó un récord de 53% en 2017. Pero otro dato preocupante es que la cantidad de directoras en el país se redujo de 18% en 2016 a 15% en el año pasado. Además, la brecha salarial entre ambos sexos es de 25%, considerando las remuneraciones percibidas ante un mismo trabajo.

La falta de igualdad que sufren las mujeres no sólo se siente en el ámbito laboral, sino también en el hogar y a la hora de hacer las compras dado que muchos productos se venden a precios más altos únicamente por el hecho de ser para el rubro femenino. Estos sobreprecios, son conocidos como “impuesto rosa”.