La iniciativa fue avalada en la Comisión de Legislación Penal y quedó lista para ser tratada en el recinto. Se postergó el dictamen sobre otra propuesta para sancionar el acoso sexual callejero.
La Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, que preside Gabriela Burgos (UCR) dictaminó este martes con acuerdo de todos los bloques un proyecto para sancionar la simple tenencia de pornografía infantil, mientras que se postergó el avance de otra iniciativa para penalizar el acoso sexual callejero.
Ambas reformas están contempladas en el nuevo Código Penal que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso este año, según explicó Burgos. La radical tenía intenciones de dictaminar los dos proyectos, pero el de acoso callejero recibió objeciones por parte de su correligionario Luis Petri, y finalmente pasó a asesores.
La iniciativa que sí obtuvo dictamen –y que cuenta con aprobación del Senado desde noviembre pasado- modifica el artículo 128 del Código Penal, con el fin de establecer penas de entre tres y seis años de prisión por el delito de simple tenencia de material pornográfico infantil.
En la actualidad, este artículo sanciona únicamente la producción y distribución, y reprime la tenencia de pornografía infantil sólo si se lleva a cabo con fines inequívocos de distribución o comercialización.
Burgos advirtió que “Argentina se está transformando en país productor de pornografía infantil”. “Estamos hablando de la vulneración de derechos de niños y niñas”, señaló la jujeña.
En cuanto al acoso callejero, había acuerdo en que la multa para este delito sea de entre 3 mil y 20 mil pesos. Originalmente ese máximo era de 15 mil, pero Petri sugirió elevar ese monto para equiparar la sanción a la del delito de injuria, y tanto Burgos como Victoria Donda (Libres del Sur) se mostraron de acuerdo.
El proyecto listo para ser dictaminado preveía que lo recaudado por las multas sea destinado al Instituto Nacional de las Mujeres, pero Petri propuso que también haya una indemnización para la víctima, “que es la que tiene que tener un rol preponderante”, y no hubo acuerdo en ese punto.
De todos modos, los diputados coincidieron en la necesidad de tipificar este delito. “No es que no nos van a poder decir más piropos. Estamos hablando de expresiones verbales o gestuales que nos ofenden como mujer, en nuestra integridad o intimidad, y que muchas veces nos obligan a cambiar conductas”, explicó Burgos.
